Menuda cara se le debió de quedar a los padres de Julien Pacaud cuando éste, siendo aún chiquetito, les espetó: ¡de mayor quiero ser profesor de esperanto! ¡Ea, con dos cojones! (kun du pilkoj! para los esperantohablantes). Pero ¿tú te lo has pensado bien, chiquillo?
Y se ve que sí, que lo tenía muy claro. Es más, no se conformaba con eso, también se dedicó a ser astrofísico, jugador internacional de billar e hipnotizador. Ahí, profesiones ideales para ligar un viernes noche. Pero, entre trabajo y trabajo, por lo que cuenta en su bio, también le queda tiempo para crear estos collages digitales.
Dice que suele partir de una base fotográfica y, desde ahí, ya le va agregando el resto de elementos hasta que compone la imagen final. Comenta en la entrevista que le han hecho las buenas de Makamo, que se deja influir por el azar, pero que al terminarlos, sí que transmite una historia o un mensaje con sus collages. Que le encantaría poder tener tiempo un día para escribirlo. Pero ¿por qué? ¡Si tú ya tienes muchas profesiones! Déjame a mi que lo haga que ¡¡eso de inventarme texto para imágenes ya creadas me rechifla!! ¿Me dejarás?
Pues va a ser que voy a tener que esperar al futuro para obtener la respuesta, ya que, aquí el caballero dedica su tiempo libre a lo que más le gusta en este mundo: viajar en el tiempo. En serio, lo dice en su bío. ¡Anda, que no tiene que ser personaje el amigo Jullien!
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