Esto no es un balance cualquiera

Por Conmdemamá @CONMDEMAMI

Porque ni siquiera es un balance. Porque este año que ha acabado y el nuevo que ha venido no me inspiran balances ni análisis, y no siento la necesidad de tener que poner en la balanza lo vivido este año que se va y las esperanzas para el próximo que acaba de comenzar.
Cada año que llega trae algo nuevo, sensaciones diferentes, maneras distintas de enfrentarnos a las circunstancias y, en general, de vivir la vida.
Cada año que se va se lleva consigo un montón de vivencias, de tropezones, de cosas bonitas, y en definitiva, de más experiencia en la vida, aunque nunca sea suficiente.
Cada año que pasa me equivoco, aprendo o lo intento, supero unas cosas, me dejo pendientes otras tantas... Pero, sobre todo, vivo intensamente todo lo que la vida me regala, bueno y no tan bueno.
Cada año que pasa sumo personas bonitas a mi lista vip, y también resto aquellas que no me han aportado nada bueno, aunque me hayan ayudado a seguir aprendiendo y memorizando qué no quiero en mi vida.
Cada año que pasa intento cuidar, aunque no siempre lo haga como realmente se merecen, a aquellas personas especiales que por suerte llenan mi corazón y forman parte de mi vida. Mil perdones si no siempre llego a quereros como merecéis.
Cada año que pasa sigo saliendo al encuentro de la suerte y la fortuna, sin esperar a que ellas pasen de largo por la puerta de casa, porque sólo moviéndome me aseguro encontrármelas por el camino.
Cada año que pasa echo la vista atrás, hasta mi más tierna infancia, para no olvidar de dónde vengo, lo que he sido, lo que ya he vivido, lo que he hecho, lo que me ha convertido en quien hoy soy, lo que me ha llevado a tener la familia más bonita del mundo, las dificultades que han forjado mi carácter tal cual es ahora, las personas que he ido dejando atrás y las que he ido abrazando para no perder nunca. Sólo quienes de verdad me conocen saben que mi sonrisa diaria es fruto de muchas batallas, sola, con los míos de antes y los míos de ahora. Sólo quienes de verdad me conocen saben que si mi mayor deseo es la felicidad de los míos es porque he encontrado tantas piedras en el camino hasta llegar a mi presente, que me gustaría que ellos no necesitaran tantas heridas como yo para encontrar la plenitud.
Cada año que pasa sonrío, miro atrás sin nostalgia por lo ya vivido y con mucha esperanza en el hoy y el ahora que estoy construyendo con mi pequeña gran familia, echando muchísimo de menos a quienes se fueron demasiado pronto por caprichos del destino y cuyos abrazos sigo necesitando.
Cada año que pasa me enamoro más de los míos y de la vida, valoro a los que tengo y lo que supone tenerlos.
Cada año que pasa... Crezco; me salen nuevas arrugas, menguo un poquito, me hago más cascarrabias y más exigente, soy más reflexiva y más concienzuda... Pero también sonrío más a las dificultades, improviso más, exprimo más los pequeños momentos, hago parar más el tiempo y me reafirmo en mis ilusiones, mis locuras y las ganas de comerme el mundo que he tenido siempre. Más vieja y más prudente sí, pero con la misma intensidad, y sin dejar de bailar y reír, porque mi vida es la suma de todo lo que experimento y la actitud con que lo hago.

Cada año que pasa... Es un regalo. Gracias por formar parte de todo este tiempo.

CON M DE MAMÁ y A de AÑO