Estocolmo, final de trayecto...

Por Gracia Gracia Rodriguez @viajarcongrace
Suena la alarma en el compartimento del vagón, ya toca bajarse! Llevábamos durmiendo casi una hora en la estación y no nos habíamos enterado! El tren había llegado antes de hora, pero nos dejaron quedarnos un poco más hasta la hora que tenía prevista su llegada.Esta es la última parada, y no sólo de este trayecto, sino también de este viaje por los países escandinavos.Llegamos a Estolcolmo, capital de Suecia, bañada por el el mar Báltico y el lago Mälaren, conocida también como la "Venecia del Norte".

Desde Trodheim hasta Estocolmo


El viaje lo hicimos en tren con varios cambios, el primero en Storlien, y el segundo ya no lo recuerdo bien, lo que no se me olvidará fue este momento en la frontera entre Noruega y Suecia. Os pongo en situación, yo durmiendo plácidamente, y de repente abro los ojos y me encuentro varios perros sobre mi, y la policía despertándome para registrarme y mirarme la mochila. Menuda cara de poker que se me quedó!!! Entre tanta gente que viajaba en tren, ¿por qué yo? Sería algo rutinario, y que aquí esto se lo toman muy en serio, pero un poco bruscos, no? Señores que estoy de viaje familiar, que no me voy a pasar ningún peta con mis padres, así que rebusquen si quieren jajajjaja

Hacerse el sueco (a veces funciona...)

La siguiente liada fue en el último tren que iba directo a Estocolmo, en el que había reservado un compartimento con literas para mis padres. En mi caso, como en un principio yo no iba a ir con ellos a Estocolmo, sino que continuaría el viaje hasta Cabo Norte, este billete no lo tenía, y cuando a última hora cambiaron los planes me tocó coger, por precio, un asiento normal. El problema que tuvimos es que cuando reservas los compartimentos, no hay mixtos, sino de hombres o de mujeres. Yo no tenía esto muy claro, porque quería sacarles los dos billetes juntos, así que a la hora de reservar seleccione "mujeres", y claro, cuando paso el revisor le dijo a mi padre que allí no podía dormir. Mis padres haciéndose los suecos, y nunca mejor dicho, le dijeron que ellos no sabían nada, que su hija, es decir, yo (mea culpa), les había sacado esos billetes. El revisor vino a pedirme explicaciones, pero yo también me hice la sueca jajjaja La solución fue que me recolocó a mi en el compartimento con litera, y dejó a mi padre en el asiento! Mi madre puso ojos Shrek, diciendo que mi padre era muy mayor para un viaje así toda la noche jjajja, y que ellos no sabían nada. Vamos que el revisor, que tengo que decir que era un cachondo, finalmente se enrolló y le encontró otro compartimento con cama a mi padre, y lo mejor, sin pagar un duro más. Jugada redonda!!!

2 días en Estocolmo


Estocolmo tiene un encanto particular, rodeada de agua, llena de canales, construida sobre 14 islas, con 57 puentes, con numerosos edificios históricos, museos y parques.
Si estas alojado por el centro, es fácil llegar a todos los sitios a pie, eso sí, seguro que tendrás que cruzar uno de sus muchos puentes! También una buena opción es darte un paseo en barco por sus canales, y disfrutar de las vistas de la ciudad desde el agua.
Nuestra primera toma de contacto con esta gran ciudad, fue un paseo por el barrio de Gamla Stan, donde se encuentra la Ciudad Vieja. Se sitúa principalmente en la isla de Stadsholmen, aunque se extiende también por las pequeñas islas de Riddarholmen y Helgeandsholmen. Aquí nos encontramos con uno de los edificios más importantes, el imponente Palacio Real (Kungliga Slottet)de estilo barroco, actual residencia de la familia real sueca. En el patio exterior todos los días a las 12 pm se puede ver el cambio de guardia, así que no te lo pierdas!

Estocolmo tiene muchos barrios bonitos, pero Gamla Stan es especial porque te traslada a la época medieval, con sus estrechas callejuelas empedradas y sus edificios de colores ocres. Uno de los rincones más pintorescos y concurridos es la Plaza Mayor (Stortorget) situada en pleno centro de este barrio. Entre todas las calles estrechas que recorrerás, hay una más estrecha de lo normal, en el nº81. Se trata de Marten Trotzigs Grand, con menos de 1 metro de ancho. Nos llamó tanto la atención que al pasar por allí nos hicimos la foto, y luego resultó que nos enteramos que era la calle más estrecha de Estocolmo, y yo diría que también de Suecia!

Muy cerca de Gamla Stan, más al sur, está la isla de Södermalm, más conocido como Söder, un barrio bohemio con estilo propio, lleno de restaurantes, cafeterías, y tiendas de moda. En este barrio se encuentra el ascensor más antiguo de la ciudad, Katarinahissen, que te lleva a 38 metros de altura para obtener unas buena vistas de la ciudad. 
El segundo día se lo dedicamos a la isla de Djurgarden, donde se encuentran algunas de las principales atracciones turísticas de la ciudad. Esta isla está llena de museos, entre los que no te puedes perder :
- El Museo Vasa, que contiene el único buque de guerra con el mismo nombre que el museo y que ha llegado prácticamente en perfectas condiciones desde el siglo XVII. Supuestamente quisieron crear el mejor y más grande de los buques de guerra de la armada sueca, pero al poco de zarpar se hundió en las aguas y fue cientos de años después cuando consiguieron sacarlo del fondo del mar. Por suerte (lo que al principio no lo fue) resultó ser de gran valor para nuestros días, ya que nos ha permitido que el buque haya llegado en casi perfecto estado, pudiendo dar muchos datos sobre aquella época de Suecia. Este es uno de los museos más visitados, e impresiona entrar y ver un buque de tales dimensiones que abarca todo el museo.

La luz es bastante tenue dentro, supongo que para una mejor conservación de la madera del barco, por lo que las fotos sino son con trípode no salen muy bien.
- Skansen, el primer museo al aire libre del mundo. Está situado sobre una colina, así que las vistas son bastante buenas. Este museo nos encantó, y la visita puede perfectamente llevarte medio día. Es una recreación en miniatura de Suecia. Un pueblo creado con granjas y casas traídas de todas partes de este país, en el que la gente te recibe vestida con los típicos trajes de allí, haciendo más real el lugar. En este lugar no solo verás casas y granjas, sino también negocios y talleres artesanales donde puedes ver como trabajan. También caminando por el pueblo, puedes participar en diferentes actividades y juegos tradicionales que preparan para los visitantes.
Dentro del pequeño pueblo de Skansen hay un pequeño zoo con algunos animales autóctonos, como renos y arces.

Y estos fueron nuestros dos días escasos en Estocolmo, aunque intensos, como lo ha sido todo el viaje.
Un viaje para recordar siempre, una bonita manera de "despedirnos" sin saberlo. Y ahora que lo escribo me invade la nostalgia porque no estas, aunque me ha hecho sentir bien revivir todas estas aventurillas viajeras. Este viaje más que ninguno tenía que tener su sitio en este blog, y ya lo tiene. De alguna manera, te he vuelto a traer conmigo.


                                                                                  Gracias por este viaje.               






Artículos relacionados con este viaje:
El último viaje...
Be happy en Copenhague
Con la música a otra parte... Malmö y Göteborg
Entre vikingos, Oslo
Bergen y los Fiordos Noruegos
Más Fiordos Noruegos y llegada a Trodheim 
7º Estocolmo, final de trayecto