Es una expresión que escucho muy a menudo y que hoy me he parado a reflexionar sobre ella. Que no tienen educación, que van a la suya, que son unos egoístas y unos materialistas, etcétera.
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Personalmente no creo que todos los jóvenes sean así pero si que ahora es mayor la proporción de jóvenes que podemos describir con esas características que hace una o dos décadas. Pero analicemos porqué puede ser.
En mi opinión creo que es un reflejo de la sociedad pero sobretodo pienso que copian el comportamiento que ven.
¿Cuántas veces habéis entrado en el ascensor en el que se encuentra alguna persona y vuestro saludo no ha sido correspondido? Esta situación es muy común, en la sala de espera del dentista, en cualquier comercio incluso en el trabajo.
Los humanos imitamos los comportamientos que vemos y creo que los jóvenes no son más que un espejo donde ver reflejados nuestros propios comportamientos aunque no sea de nuestro agrado.
Creo que debemos dejar de culparles de ser como son y tratemos de dar ejemplo con nuestra propia conducta y solo exigir conductas modélicas que si ni siquiera cumplimos nosotros mismos.
Piénsalo. Es muy sencillo. No cruces el semáforo en rojo, no tires la basura al suelo, cede tu asiento en el transporte público a las personas preferentes, no increpes al que se ha equivocado, trata con respeto, sé amable, etcétera.
En definitiva, no hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan.
De esta forma daremos ejemplo a las nuevas generaciones convirtiendo en habitual el buen comportamiento y en excepcional aquello que no se ajusta a lo que entendemos por un comportamiento correcto.