"Estos son mis principios, pero si me enamoro tengo otros"
Cuando la escuché me impactó. En realidad, no fueron exactamente estas palabras. Fueron otras algo similares en boca de Bilisuma, una joven mujer etíope: "No me quiero enamorar, porque quiero seguir estudiando".
Esta es su historia que quiero compartir con vosotros:
"Mi hermana en la escuela siempre sacaba la mejor nota, disfrutaba leyendo, escribiendo por las noches, soñaba con estudiar medicina y curar a las personas. Pero un día mis padres la casaron con un hombre al quien apenas conocía y al poco tiempo se quedó embarazada y allí se acabó su sueño."
Yo ahora estoy en el último año del grado de medicina, en poco meses me graduo. Estoy muy feliz. Amo mis estudio, amo mi trabajo, amo mi país y mi gente.
Y sí, me quiero casar, pero un amor que respete mi trabajo, mi vocación, mis principios, en fin, que me respete a mí.
Porque este es mi sueño, no quiero que nadie me los rompa, no quiero que el amor cambie mis principios."
Esta es la historia de Bilisuma.
En cada lugar del mundo, en cada persona, nos mueve el amor. Un sentimiento universal, vestido de distintas culturas, tradiciones, cadenas...
El Amor ha sido interpretado de manera distinta a lo largo del tiempo, de las historias, de los países... y lo sigue siendo...
A pesar de todo, que nos podamos enamorar, que podamos amar. Los unos a los otros. Cada uno como quiera. Pero siempre, Amor con respeto, dignidad.
Viviendo en Etiopía he convivido con muchas personas, y tras la vestimenta de la cultura, las experiencias, encontramos un cuerpo que funciona igual, unos sentimientos.
El Amor es universal.
Amemos a las personas, amor al prójimo.
Amar sin fronteras, pero sin perder nuestros principios, sin perdernos a nosotras
¡Y que viva el Amor!