Estoy avergonzado, por eso te pido que lo leas, aunque te suene a conocido

Publicado el 22 marzo 2012 por Formación Y Control @FyControl

Estos comentarios y datos están sacados de un informe sobre el desempleo:

“Es evidente que la economía nacional no funciona…las principales victimas del paro son los jóvenes que buscan empleo por primera vez y las mujeres… El paro se acusa sobre todo en Andalucia, Extremadura y Canarias… En Andalucia el paro afecta a un 29% de la población activa… Pocos expertos esperan que el desempleo descienda a corto o medio plazo… Según el ECE hemos llegado a un crecimiento sin precedentes de nuestra deuda exterior… El costo unitario de la mano de obra ha crecido el triple de la tasa media de crecimiento en países como EE.UU o Alemania…”

¿Soluciones?

“El Gobierno pretende fomentar el empleo mediante descuentos en los costos de la Seguridad Social a aquellas empresas que creen empleo… La patronal pide un nuevo marco de relaciones laborales… Flexibilizar… Las centrales sindicales… Un relanzamiento de la inversión pública… Abrir nuevos mercados en Iberoamérica”.

¿Nada nuevo, verdad? Bueno, pues son textos extraídos de un reportaje titulado “Desempleo, máximo problema nacional”, publicado en el Selecciones de Readers Digest de MAYO DE 1979.

Por cierto, la tasa media de paro era de un 10% (salvo Andalucía, claro), y el crecimiento anual del 2,6%. Pero claro, veníamos (ya se sabe, la dictadura) de unos crecimientos del 9% y un desempleo del 3%. Aunque no se si recuperar esos datos es también “Memoria Histórica”.

Cierto, los números de aquellos años son ridículos si las comparamos con los actuales. Por ejemplo, el país sufría con cifras en torno a un millón de parados, y ahora somos capaces de soportar cinco. Entonces hubiera sido una revolución. Algo hemos hecho. Pero teniendo en cuenta que viví aquellos años, y que he reencontrado esta información poniendo en orden papeles viejos ¿comprendes mi vergüenza? ¿Y mi cansancio? Treinta años de Democracia, treinta años de ¡Autonomía Andaluza!, para estar exactamente igual que como nos dejó Don Francisco.