Un cormorán moñudo ahogado después de quedar atrapado en un trasmallo, muy cerca de la costa, muy cerca de la colonia donde ha nacido. Desgraciadamente esta imagen se repite cada vez con más frecuencia mientras la Administración regional sigue mirando hacia otro lado, haciendo caso omiso al plan de manejo de la especie aprobado por ellos mismos y que teóricamente está en vigor desde el año 2001 [DECRETO 136/2001, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Plan de Manejo del Cormorán Moñudo (Phalacrocorax aristotelis)]. Este plan de manejo que tenía como finalidad "eliminar los factores de riesgo que puedan amenazar la supervivencia de las colonias de esta especie" y que marcaba como primera directriz de actuación "establecer zonas de protección y uso restringido en el entorno de las colonias", se ha quedado, como siempre ocurre, en papel mojado.
Solo hace falta hacer una visita a las colonias del occidente de Asturies para ver cómo a menos de 20 metros de las mismas, hay decenas de boyas marcando el lugar donde trasmallos como el de la foto acaban con la vida de los pocos cormoranes moñudos que se reproducen en nuestras costas. Sólo hace falta ver los censos de los últimos años para comprobar cómo el número de parejas reproductoras ha descendido dramáticamente en los últimos diez años. Sólo hace falta contar los cadáveres de ejemplares anillados por nosotros que hemos recuperado a escasos metros del lugar donde habían nacido.
El plan de manejo establecía como requisito la revisión del mismo cinco años después de su aprobación. Han pasado 11 años y aún no se ha hecho nada. Durante este tiempo, la especie ha pasado a encontrarse en Peligro de Extinción, según la revisión de criterios publicada en el Libro Rojo de las Aves de España en base a su descenso poblacional. Esta especie ha sufrido los efectos devastadores del vertido del Prestige, de la depredación de los visones americanos, de la proliferación de aparejos en su entorno, pero los responsables de velar por su conservación siguen cruzados de brazos. No les importa, como no les importa que se hagan matanzas de lobos dentro de un Parque Nacional, como no les importa que se sigan envenenando los montes, pero si les importa que se sepa y se conozca. El cormorán moñudo no vende el Paraíso Natural.
Estoy harto de dar información y datos, de colaborar, de tener reuniones para intentar ayudar en lo posible a evitar que esta especie se extinga y de que no sirva para nada. Estoy harto de promesas incumplidas, de palmaditas en la espalda y de compromisos de futuro que nunca llegan. Dentro de unos pocos años, si todo sigue como ahora, ya no habrá cormoranes moñudos que proteger, habremos llegado tarde y no habrá marcha atrás.
Corto documental sobre la situación del Cormorán moñudo en Asturies
Pero a los responsables de su extinción no les quitará el sueño, seguirán haciendo absurdos planes de manejo que no se cumplen, seguirán en sus despachos y no se acordarán de los cormoranes que criaba en los acantilados. Seguirán gastando dinero en proyectos faraónicos de reintroducción de especies "emblemáticas" extinguidas hace años, aunque las causas que motivaron su extinción sigan presentes, pero no habrán hecho nada por conservar las que aun no se habían extinguido. Es mucho más "políticamente correcto" y da más votos salir en una foto liberando a Willy que salir agarrando a un pájaro negro ahogado en una red. Y yo cada vez estoy más harto.