Le perdonó la vida que no estaba en peligro desde un trono inexistente. Desde entonces, cree que le debe algo a un tipo con más prisa por alcanzar la fama que solidez interna para merecerla. Se desvive en atenderlo y en proporcionarle cualquier capricho que se le antoje. Los puros tienen estrabismo emocional, piensa el rey sin corona, sin la más mínima intención de sacarlo de su equívoco.
Le perdonó la vida que no estaba en peligro desde un trono inexistente. Desde entonces, cree que le debe algo a un tipo con más prisa por alcanzar la fama que solidez interna para merecerla. Se desvive en atenderlo y en proporcionarle cualquier capricho que se le antoje. Los puros tienen estrabismo emocional, piensa el rey sin corona, sin la más mínima intención de sacarlo de su equívoco.