Cada vez son más las marchas cicloturistas que se celebran. En estas marchas cada participante tiene una estrategia diferente. Estas estrategias pueden ir desde los que quieren ganar esa marcha hasta los que simplemente se conforman con terminarla.
La estrategia para afrontar una marcha cicloturista va a ser individual de cada participante. Pero tiene que ser realista, es decir, no podemos aspirar a quedar en las primeras posiciones de la prueba si sabemos de antemano que no tenemos el nivel suficiente para ello.
Vamos a ver los factores que van a entrar en juego a la hora de planificarse un objetivo en estas pruebas ciclistas.
Perfil y distancia de la prueba
Lo primero que tendremos que analizar detenidamente es el perfil y la distancia de la prueba a la que vamos a ir. Si por ejemplo estamos acostumbrados a hacer rutas de 60 ó 70 km y la prueba a la que vamos tiene una distancia similar podremos tener una estrategia relativamente agresiva, porque ya sabemos que nuestro cuerpo está acostumbrado a esas distancias.
Sin embargo si la prueba a la que nos vamos a enfrentar supera los 100 km y nosotros no estamos acostumbrados a hacer más de 70 tendremos que tener un objetivo bastante más conservador.
Pero no solamente la distancia es importante. También tenemos que tener en cuenta el desnivel acumulado. Al igual que con la distancia si estamos acostumbrados a poco desnivel y la prueba tiene poco desnivel podremos tener un objetivo más ambicioso. Pero si el desnivel de la prueba es muy superior al que estamos acostumbrados tendremos que ser conservadores.
Otra de las claves a tener en cuenta para afrontar una marcha cicloturista es el entrenamiento. No es lo mismo el cicloturista que sigue una rutina de entrenamiento específica y muy marcada, incluso con entrenadores personales, que el que sale simplemente a dar pedales con los amigos.
Evidentemente el que mejor entrenado esté podrá tener un objetivo más ambicioso.
Conocer nuestros límites
Es fundamental para afrontar una prueba cicloturista con garantías saber perfectamente dónde está nuestro límite. Para ello es importante que cada ciclista sepa en qué pulsaciones se encuentra su umbral anaeróbico.
En las pruebas cicloturistas es muy habitual “venirse arriba”. El propio ambiente de la prueba, el ir rodeados de muchos ciclistas puede que nos haga rodar por encima de nuestras posibilidades.
Esto es un error sobre todo en pruebas de larga distancia. En este tipo de pruebas, si salimos por encima de nuestras posibilidades y nos mantenemos así mucho tiempo lo acabaremos pagando seguro.
Por este motivo es importante conocernos a nosotros mismos y llevar siempre un ritmo que sepamos que podamos aguantar sin problemas, independientemente de que otros ciclistas nos vayan adelantando.
Los ciclistas que nos van adelantando puede ser que estén mejor preparados que nosotros o también puede ser que vayan por encima de sus posibilidades. En este último caso es muy probable que les acabemos adelantando durante la prueba.