Disponer de una estrategia para combatir plagas en nuestro huerto es una buena manera de ahorrar tiempo y dinero, además de aumentar la efectividad de los tratamientos. Hoy os proponemos 5 pasos para que realicéis vuestra propia estrategia contra plagas:
1. Patrulla tu huerto frecuentemente: Existe un dicho que dice: “El mejor fertilizante son los pasos del agricultor”. No hay mejor agricultor, jardinero u hortelano que el que cuida y vigila su terreno. Explorar nuestro huerto y observar el estado de nuestros cultivos nos ayudará a encontrar problemas y a solucionarlos a tiempo. Cuanto antes nos demos cuenta del posible problema antes podremos actuar, el factor tiempo es muy importante. El hecho de disponer de un par de cultivos trampa hace este paso más sencillo y rápido, descubre lo que son aquí.
2. Identifica la causa del problema: En esto de los huertos urbanos, huertos en maceta y jardines los causantes de un problema pueden ser varios individuos o factores. Por poner un ejemplo, vamos paseando por nuestro huerto, como somos buenos agricultores nos fijamos en el estado de nuestros cultivos. A simple vista todo esta bien, pero en nuestras tomateras han aparecido unos agujeros. ¿Serán escarabajos?, ¿orugas?, ¿tuta absoluta?. Si dedicamos un minuto a buscar entre nuestras tomateras al posible culpable con total seguridad lo hallaremos. De esta forma escogeremos el tratamiento más adecuado para nuestro problema y el más especifico (no queremos dañar al resto de insectos que tanto nos ayudan en el huerto como son el caso de abejas, mariquitas y muchos más). Es importante también distinguir si el insecto que tenemos delante supone un problema o por el contrario es un insecto beneficioso. Con esta guía no tendrás problemas en diferenciarlos.
3. Aprende su ciclo de vida: Cualquier plaga tiene su propio talón de Aquiles. Todo ser vivo tiene un ciclo de vida con varias etapas en las que será más o menos vulnerable a determinados tratamientos, es más, dependiendo de la etapa el método de control puede ser completamente diferente. Vamos con un ejemplo de los que tanto nos gustan: Resulta que lo que teníamos en nuestras tomateras era tuta absoluta. Si esta futura polilla aun se encuentra en su fase de oruga el tratamiento a utilizar será bacillus thuringiensis, si a lo que nos enfrentamos es a la polilla en si, la mejor opción serán trampas olfativas y aceite de neem.
4. Decide como de serio es el problema: Es normal que tengamos algún pulgón, cochinilla o cualquier otro insecto que pueda constituir plaga entre nuestras plantas. En lo que nos tenemos que fijar es en como su presencia esta afectando a nuestros cultivos, tal vez su población no es lo suficientemente importante como para crearnos un problema real. Valorar antes de actuar es de sabios.
5. Usa primero el método menos dañino para el resto de fauna: Si has decidido que esos indeseables que han aparecido están suponiendo un problema para tus cultivos es hora de escoger el tratamiento más adecuado. Lo ideal es empezar a utilizar el tratamiento que mejor combata la plaga en su estadio actual. Nos interesa que el tratamiento sea lo más especifico posible, como ya hemos comentado antes no queremos que otros insectos que mantienen a raya a otras plagas mermen su poblaciones y nos aparezcan nuevos problemas.
En nuestra sección hemos clasificado los tratamientos por las plagas que combaten, así podéis encontrar fácilmente el tratamiento más especifico para vuestro problema.