De los 12 partidos de la fase eliminatoria que hemos visto hasta ahora en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™, tres se han resuelto en el tiempo extra y otros tres en la tanda de penales.
Así de reñidas están las cosas. Inevitablemente, todos los equipos han de entrenarse por si llega ese crítico momento de la decisión desde los once pasos.
Pero cada lanzador, cada portero y cada técnico tiene su estilo. ¿Cuál sería la receta para el éxito? La buscamos.
Temple.
"Nuestro índice de acierto se debe a nuestros nervios de acero. Vamos al punto de penal y sabemos que tenemos una buena ocasión de ganar el partido. El equipo alemán tiene esa confianza. Nuestros tirados son fuertes mentalmente. Además, tenemos el pasado que nos avala y un buen portero para parar", explica el entrenador de porteros de la Mannschaft, Andreas Koepke.
"Ya no necesitamos papelitos como en 2006 (ndlr: Jens Lehmann utilizó unos apuntes para afrontar la tanda de cuartos ante Argentina) ni herramientas especiales. Aunque sería bueno implantar un chip en la cabeza (risas)", continúa Koepke. "Antes del partido, o en su transcurso, yo me encargo de analizar a los tiradores del equipo contrario. Pero al final suelo fiarme de mi instinto", explica quien fuera portero titular de Alemania en el Mundial de Francia 1998, y consejero ahora de Manuel Neuer.
Análisis.
Instinto sí, pero también se precisa de un gran trabajo de análisis. Ahí es clave, no sólo la labor de los preparadores de porteros, sino el apoyo de todo el equipo para detectar las tendencias de los tiradores rivales, muchas veces compañeros de club de otros futbolistas de la selección. “El día anterior estudiamos bastante a los lanzadores chilenos, algunas situaciones de [Mauricio] Pinilla, que suele tirar por el centro”, señalaba a FIFA.com Victor, suplente de Júlio César en la selección brasileña, tras la victoria ante Chile en octavos.
A Victor podríamos considerarlo experto, pues triunfó en dos tandas de penales consecutivas en la campaña del Atlético Mineiro rumbo al título da Copa Libertadores 2013. El estudio rindió sus frutos y Julio César adivinó las intenciones de Pinilla y Alexis Sánchez. Luego la suerte se alió con él para que el palo rematase el trabajo. Tal vez tuviese algo que ver el amuleto que Victor ya había utilizado con su club en el mismo arco y que compartió con su compañero. Aun así, el arquero de O Galo asegura: "Los penales son una situación muy desgastante tanto para el que tira como para el portero".
Otros trucos.
En todo el proceso, también puede ayudar la guerra psicológica. El mejor ejemplo lo vimos en el partido de cuartos entre Costa Rica y Países Bajos. La estrategia de Louis van Gaal fue, cuanto menos, llamativa. En el minuto 120+1, cambió al portero titular Jasper Cillessen por Tim Krul. "Le explicamos a Krul que él sería el mejor guardameta para la tanda de penales, puesto que es mucho más corpulento, pero no se lo dijimos a Cillessen porque no queríamos entorpecer su preparación ni su concentración".
Lo curioso del caso es que la estadística de Krul en estas lides no es espectacular. Aun así, el cambio resultó ser un gran golpe de efecto... A fin de cuentas, ¿qué entrenador guardaría un cambio para ese momento si no fuera porque el arquero es un auténtico seguro bajo palos?
Krul añadió un extra al guión. "Les dije a los jugadores que yo sabía a dónde iban a disparar para que se pusieran un poco nerviosos". Puede que sí funcionara en el caso del último lanzador de Costa Rica, Michael Umaña, héroe en la tanda de penales que los ticos superaron en octavos ante Grecia. El defensor del Deportivo Saprissa lo tuvo claro ante los helenos: "Es una decisión que ya había tomado. Y no la cambié. Era el lado que tenía en la cabeza. A veces, cuando dudas y cambias en el último momento es peligroso. Puedes acertar, pero es más probable que falles".
Puede que tras las palabras de Krul, Umaña dudase y cambiase… Tras acertar el penal ganador ante los griegos con un disparo a media altura hacia la izquierda, optó por un tiro raso y a la derecha que Krul desvió... y así Países Bajos se metió en semifinales.
Confianza.
Métodos destructivos y método constructivos. De esos se encargan los compañeros con abrazos, aplausos, y gritos de apoyo a su arquero… aunque poco importa qué palabras se escogen en esos momentos, como explicaba Dani Alves a FIFA.com tras los octavos: "Lo importante no era lo que dijese cada uno de nosotros. A decir verdad, ni sé lo que dije, y apuesto a que buena parte del equipo tampoco. No se trataba de palabras, sino de que él supiese que confiábamos en él”.
Trabajo, nervios de acero, autoconfianza, confundir al adversario… y, seamos justos, una dosis de suerte. Porque, a pesar de todo, a veces la moneda cae de cara y otras de cruz. Que se lo digan a los ticos.
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