También podemos hablar de estreñimiento cuando pasamos de una frecuencia de deposiciones mayor a menor.
¿Qué puede estar causando el estreñimiento? Pueden darse múltiples causas que hagan que se modifique nuestro ritmo de deposiciones.
La mayoría de las veces el estreñimiento es ocasional y se debe a hábitos y conductas inadecuadas; aunque también podría deberse a alguna patología del sistema digestivo que habrá que descartar en estreñimientos crónicos.
Puede ser la causa:
-Un consumo escaso de líquidos. En el recorrido intestinal de los alimentos existe un intercambio continuo de agua y electrolitos.
-La inactividad física. Cuando determinadas enfermedades o intervenciones nos impiden movernos de la cama, es probable que nuestro ritmo intestinal se vea modificado.
E incluso podemos observar como la práctica diaria de cualquier deporte o actividad física mejora mucho el problema de estreñimiento.
-Alimentación pobre en fibra. La fibra alimentaria no absorbible provoca que la velocidad de vaciamiento del tracto gastrointestinal sea más rápida. Si llega más rápidamente al recto conserva más agua, por lo que el bolo fecal es más blando y más fácil de eliminar.
-Ciertos medicamentos. En algunos medicamentos entre sus efectos adversos más comunes se encuentra, el provocar estreñimiento, por ejemplo, los antiácidos a base de calcio y aluminio, los fármacos antianémicos a base de sales de hierro, los opiáceos para el dolor, etc.
Al contrario, es una buena práctica intentar educar el reloj intestinal, generalmente después de la primera comida del día los reflejos para evacuar están más presentes. No hay que desaprovecharlos, tomarlo con calma y dedicar todo el tiempo necesario.
-El uso y abuso de laxantes. Sobre todo los laxantes de contacto o laxantes estimulantes, si bien son muy eficaces deben evitarse, ya que un uso continuado produce la atonía de la mucosa del colon, de modo que llegara el momento en que el estimulo natural no provocara la evacuación de las heces y será preciso recurrir a estas sustancias para hacer de vientre.
-Situaciones fisiológicas como el embarazo o la edad avanzada, también pueden dar lugar a episodios de estreñimiento.
-Cambios en las costumbres ,por ejemplo por viajes, también dan lugar de modo frecuente a la aparición del estreñimiento.
Tipos de laxantes Los laxantes agrupan a una gran variedad de principios activos con diferentes mecanismos de acción.
Su misión es facilitar la evacuación intestinal.
Antes de recurrir a ellos debemos examinar nuestros hábitos alimenticios e higiénicos.
¿Ha cambiado nuestra alimentación?,¿ Ha cambiado nuestra actividad diaria?, ¿Has comenzado recientemente algún tratamiento farmacológico?, ¿Estás de viaje o de vacaciones?
Situaciones como estas pueden dar lugar al estreñimiento ocasional. Seguramente si nuestra rutina vuelve también lo hará el ritmo de deposiciones.
Hasta que eso ocurra es aconsejable aumentar el consumo de liquidos, aumentar el consumo de fibra y practicar algo de ejercicio.
Si aun así hemos de recurrir a algún laxante, los más aconsejables en los casos de estreñimiento simple son los incrementadores del bolo intestinal.
Incrementadores del bolo intestinal Se trata de polisacáridos naturales o semisinteticos que absorben agua y forman un mucilago, dando lugar a un volumen mayor de heces que distienden el intestino y así estimulan el peristaltismo.
Aquí encontramos por ejemplo semillas de Ispágula o Plántago. Aparecen comercializados en sobres para su disolución en agua generalmente. También en capsulas y en solución.
Es necesario tomar abundante cantidad de líquidos durante el día,cuando tomamos semillas de plántago.
Es posible que al inicio del tratamiento aumenten los gases intestinales, situación que se irá normalizando.
Se administra:
- En el estreñimiento habitual, en ancianos.
- En embarazo, postparto, cuando hay fisura anal o hemorroides, o después de haber sufrido un infarto de miocardio.
- También en enfermedad de Crohn y en diarreas.
- Y cuando se quiere suplementar con más fibra la dieta.
También encontramos en este grupo las semillas de lino o linaza.
Las semillas de lino aportan gran cantidad de fibra no asimilable y es recomendable dosificarlas bien y molerlas para aprovechar mejor sus propiedades.
La dosis óptima recomendada es de una cucharada sopera al día. Se pueden dejar a remojo la noche anterior y ya más blanditas se pueden tomar o también molidas espolvoreadas en el yogur o en compota de fruta. En la farmacia podemos encontrar además Linomed, que contiene semillas de lino y cascara sagrada. Con este hay que tener más precaución ya que además del regulador intestinal en forma de semillas contiene un laxante de contacto o estimulante. Cualquier duda,ya sabéis...............