“Little boy”, de cuya producción hablamos ya en este blog, transcurre en un pequeño pueblo de Estados Unidos a principios de los años cuarenta. Narra la historia de un niño de ocho años que es rechazado y maltratado por sus compañeros. “Eso no le importa –señala Verastegui– porque se refugia en el cariño de su padre. Un día su papá es reclutado por el ejército americano y conducido al Pacífico, donde es hecho prisionero por los japoneses. A partir de entonces, el niño tendrá que enfrentar la vida él solo”.
La película se estrenó ayer, 24 de abril, en Estados Unidos. Y con éxito destacable (1’5 millones de dólares en su primer día de recaudación). El 15 de mayo se estrena en México, y después del verano llegará a toda Europa.
Sin embargo, la cinta ha conocido un “estreno” más íntimo y emotivo. El 23 de abril, un día antes de la première mundial, Verástegui fue recibido en el Vaticano por el Papa Francisco y entregó al Santo Padre una copia privada, doblada al español especialmente para él. Poco después, Eduardo contó a los medios que le preguntó si podía romper el protocolo para abrazarlo: “Él me dijo: ¡Claro que sí!Lo abracé, me dio dos palmadas en la espalda, y me susurró: ´¡Rece por mí!´ Fue un momento mágico para mí”.
En este reportaje de Rome Reports, en el que se da noticia del argumento y se recogen algunas escenas, aparecen más declaraciones del actor mejicano. Sin duda, se trata de una película interesante, a la que conviene seguir la pista.