Mójate: Este programa es, desde ya, mi mejor peor programa de la temporada. La cosa tiende tanto hacia lo surrealista (entrevista a un culo, micro en mano, incluido) que por fuerza tiene que enganchar. La cosa va de que dos de los profesores del reality Fama, ¡a bailar!, Marbelys y Rafa Mendez, se pasean por las playas del país para buscar a posibles concursantes que estén dispuestos a bailar en unas tarimas situadas de manera estratégica sobre una piscina. Los concursantes se enfrentan en duelo a base de mover las caderas y el que lo hace peor se va al agua hasta que solo queda uno, quien se acaba llevando un cheque enorme (cómo los de antes) de mil euros.Mójate termina resultando ser un programa fragmentado en dos espacios. El primero es una especie de Callejeros especial playas donde los dos profesores de Fama se pasean en busca de gente peculiar del lugar y chicos dispuestos a mostrar la tableta y marcar paquete y chicas dispuestas a enseñar el culo y marcar pezones. El segundo termina siendo el concurso propiamente dicho, donde los protagonistas se trasladan a la piscina para bailar. En ese sentido se debe dejar a opinión del espectador si los participantes se los han ido encontrando por el camino o, simplemente, el programa ha hecho un casting previo.
Total, que la cosa pasa por ser uno de esos espacios refrescantes que las cadenas se guardan para emitir en los meses de la canícula estival cuya finalidad, no obstante, termina resultando ser la de calentar al personal a base de ver a un grupo de individuos perreando sobre una piscina, en ropa de baño, luciéndose con un amplio repertorio de compulsivos movimientos pélvicos. En ese sentido tiendo a pensar que el nombre del espacio, mójate, no se refiere tanto a los participantes que se ven obligados a caer en la piscina, sino más bien al espectador que está contemplando el televisor desde su sofá. Y ya que el concurso se emite en el horario que anteriormente ocupaba “El hormiguero” de Pablo Motos en Cuatro, hubiera estado bien que después de tantos planos de pechos y tantos zooms a culos, se hubiera terminado el programa con el “Vete a dormir”. Una lástima.Incomprensiblemente la audiencia no está siendo como para tirar cohetes. Rondando el cinco, pero por la parte baja.
¡Ahora caigo!: Programa para la noche de los miércoles en Antena 3, presentado por Arturo Valls. La cosa es el típico concurso de preguntas, con la peculiaridad de que los participantes están situados encima de unas trampillas y si no saben la respuesta correcta se caen a una especie de foso. Vamos, que es como el concurso de Cuatro mójate, pero donde los concursantes en lugar de tener que bailar ligeritos de ropa deberán responder a preguntas de cultura general. ¡Y a pesar de esto sacó bastante más audiencia!De hecho ¡Ahora caigo! me recordó otro concurso de la misma cadena, “atrapa un millón”. Lo que pasa es que mientras en “atrapa un millón” tiran el dinero de los concursantes por una trampilla, en “¡Ahora caigo!” a quien tiran directamente es al concursante. No deja de ser admirable el espíritu de superación de Antena 3. Total, que si en “El rival más débil” de TVE insultaban a los participantes, aquí directamente los arrojan por un agujero. ¿No se preguntan a veces donde nos terminará llevando la televisión del futuro?El espacio es suficientemente entretenido. Además las preguntas son en su mayoría francamente facilonas de manera que uno desde casa puede jugar a acertar y creerse el rey del mambo. El presentador Arturo Valls hace el mismo papel de siempre, entre divertido y ocurrente, aunque debería vigilar un poco no reírse de los concursantes que fallan cosas clamorosas. Mejorables serían las reacciones de un público excesivamente forzado, cada vez que a uno de los concursantes se le abría la trampilla (impagable la imagen de una adorable ancianita aplaudiendo poseída ante la caída de uno de los participantes). Para colmo mola porque en este tipo de espacios siempre se acaba colando, para participar, algún freak, como el que se presentó diciendo que en sus ratos libres le gustaba leer la wikipedia. Rápidamente todos supimos que ese tipo pillaba cacho en menos que canta un gallo. No fallamos. La audiencia fue buena, logrando un buen 15,2% de share en su primer día. Antena 3 parece haber encontrado un filón con los concursos.