Suárez, quien también es miembro de varias comisiones de evaluación de la Agencia de Seguridad Alimentaria, ha indicado que se trata de luchar contra microorganismos patógenos que pueden alterar un alimento y eliminar aquellos que ya se han introducido en el mismo.
Ha añadido que, para evitar este tipo de contaminación, tradicionalmente se utilizaba sal, azúcar e, incluso, frío, pero ha explicado que, actualmente, se prueban otras tecnologías, como altas presiones, con el fin de determinar si son superiores y más eficaces a las tradicionales en la higienización del alimento.
Otra de las líneas de investigación en este campo se dirige a la fermentación alimentaria y a su efecto beneficioso sobre la salud, ha precisado Suárez, quien ha destacado el interés científico de este Congreso, a cuya inauguración este miércoles han asistido el rector de la Universidad de La Rioja, José Arnáez, y el consejero de Agricultura del Gobierno riojano, Iñigo Nágore.
Según Suárez, tiene una gran relevancia la investigación dirigida a conocer qué microorganismos beneficiosos pueden serlo no solo porque transforman productos agropecuarios en productos fermentados, como la leche en yogur o queso, sino porque, además, pueden ejercer un efecto beneficioso para la salud.
Así, ha informado de que hay evidencias de algunos efectos beneficiosos para la salud generados por estos microorganismos, aunque “el caballo de batalla está en conocer en qué situaciones pueden ser beneficiosos y en cuáles inocuos”.
Fuente: Agroinformación