Estudiando a la fauna humana III: "pues yo más"

Publicado el 04 febrero 2015 por Menteinquieta @CeciliaDiazGa
Llegamos a la tercera entrega de este estudio. Era una idea que me rondaba desde hacía tiempo pero que no me parecía bien desarrollar. Esto es porque soy psicóloga y estoy entrenada para no juzgar, ni criticar la forma de ser de nadie. Tenía miedo de que si publicaba lo que pensaba de ciertos comportamientos, la gente no iba a entenderme y me iba a malinterpretar, creyendo que descalificaba a ciertos tipos de personas o que las despreciaba. Pero creo que no ha sido así y estoy muy contenta. Mis lectoras me han entendido y han sabido apreciar el tono humorístico y de crítica constructiva a ciertos comportamientos que cualquiera podría tener.
Así que nada, muchísimas gracias por comprenderme, leerme y participar en este blog que abandera la libertad de expresión.
La siguiente especie que os traigo a la palestra presenta un comportamiento... cómo decirlo... me sale la palabra en inglés "annoying", molesto, irritable, cargante. Ese comportamiento que cuando surge te dan ganas de salir corriendo pero que solo nos permitimos poner los ojos en blanco y mordernos la lengua mientras pensamos: "Pa qué habré abierto yo la boca".
Os pongo en situación:
Pasas un sábado trabajando, de aquí para alla. Pero por la noche tienes cena, con los cuñados, pa más señas. Vas a su casa con tu pareja, que está ilusionado por ver a su hermano y estrenar un videojuego nuevo que se han comprado juntos.
Mientras tomas un aperitivo con tu cuñada, te pregunta qué tal te va. Tú le cuentas que llevas trabajando todos los sábados desde antes de Navidad y que arrastras un catarro casi un mes. Ella te contesta que eso no es nada, así, literalmente, sin anestesia. Seguidamente te dice que lo de ella es peor, porque de lunes a viernes se levanta a las 6 de la mañana. Lo que no te cuenta es que ella a las 3 ya está en casa y que tiene un trabajo indefinido en una empresa en expansión, mientras tú tienes un trabajo temporal en el que no te respetan los horarios y tu marido es autónomo y lleva 3 meses en pérdidas.
Y así cada vez que os veis. Pero de algo tendréis que hablar, mientras tu pareja disfruta con su hermano en el sofá de su estación de juego multimedia favorita. Al menos, después de despreciar, como quien no quiere la cosa, lo que tú le has compartido, se tira una hora quejándose hasta que llega la hora de cenar.
Os vais de su casa después de que te apunte en un papel cómo hacer vahos con vicks vaporub, paso por paso, mientras intentas no echarle la culpa a tu pareja de haberte llevado allí. Pero cuando subís al coche, él te suelta: "Ahora tenemos que devolverles la invitación, ¿te parece que les digamos que vengan el sábado que viene a casa?". Y a ti te entran unas ganas locas de aprender a jugar a la videoconsola.