Unos 200 niños y los maestros de la escuela Profesor Juan Bosch, tienen dos semanas abandonando la escuela, el tempo y el centro de salud, por los malos olores que expiden cadáveres sepultados a flor de tierra.Es que la escuela solo la separa del camposanto pies y medio de distancia y es además afectada por la falta de baños, agua, persianas, puertas y asientos.Denunciaron que han recibido innúmeras promesas de las autoridades de la provincia, “pero ya nosotros no creemos en ellos, porque solo nos hacen cuentos y las soluciones nunca se ven”.