¿Estudiar a distancia es una buena opción para ti?

Publicado el 15 marzo 2015 por Isi

Desde que he empezado a estudiar en la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) algunas personas me habéis preguntado sobre esta opción, así que me he decidido a escribir un post con las ventajas e inconvenientes que yo veo, en comparación con los estudios presenciales.

Comentaros que antes de estudiar por la Uned, he estudiado otra carrera y un máster en la universidad presencial, y que mis comparaciones se basan en esta experiencia.

Espero que a alguien le sirva para valorar si este método se adapta a sus necesidades.

Ventajas

No es obligatorio asistir a clase: ya sé que es muy obvio, pero hay personas que no se creen que no tengas que ir a clase nunca. Pues no tienes que ir si no quieres. Esta es la razón número uno por la que yo recomendaría la Uned a las personas que están trabajando y que no pueden permitirse faltar al trabajo para ir a clase, y también a las personas que no viven relativamente cerca de una ciudad donde se oferten los estudios que quieren cursar.

Hay tutorías semanales de cada asignatura: por ello, la Uned también es ideal para aquellos que no son capaces de llevar un ritmo de estudio sin saber por dónde deberían ir estudiando cada semana. Puedes asistir a las tutorías de las asignaturas a las que te matriculas, y algunas incluso se emiten en directo y en diferido por internet, así que las puedes ver desde casa.

Además, me gustaría añadir que los tutores suelen ser de mucha ayuda a la hora de centrar la materia y resolverte las dudas, y que suelen ser encantadores. Esto lo digo porque en la universidad presencial he ido a clase para que me insultaran, me dejaran en ridículo o simplemente se pusieran a hablar de un tema de esa manera ideada para que ningún alumno entendiera absolutamente nada. Os lo cuento así, porque así ocurrió (aunque hubo excepciones y también encontré algunos profesores estupendos).

La información de cada asignatura está disponible desde el primer día: es decir, que según te matriculas, te lees las guías de cada asignatura y ya sabes las fechas de los exámenes, la materia que entra en el examen, el libro que tienes que seguir, las posibles pruebas que se harán durante el cuatrimestre y las fechas (la mayoría son voluntarias, para subir nota), etc. Así, una vez que tienes el libro, puedes dedicar todo el mes a esa asignatura si te apetece, porque no hay que esperar a tener apuntes de ningún tipo.

Tú organizas tu propio tiempo: también es una obviedad, pero a mí me encanta la libertad que te da la Uned para poder organizarte desde el primer día, sin miedo de que te aparezcan clases o práctivas sorpresa justo antes de los exámenes, o cualquier otro imprevisto.

Exite un depósito de exámenes que puedes consultar: en las guías se especifica cómo son los exámenes de cada asignatura, pero ver lo que ha caído otros años ayuda mucho a la hora de enfocar el estudio, pues no es lo mismo preparar un test con preguntas muy rebuscadas que preparar preguntas de relacionar o simplemente explicar un epígrafe del libro. Además, suele haber unos temas que caen más veces y, por tanto, son más importantes, y gracias al depósito de exámenes, uno puede saber qué temas son esos. Y también puedes usar los exámenes anteriores como repaso a la hora de estudiar la materia.

Esto lo comento porque me acuerdo de los ladrillos de fotocopias de exámenes que nos pasábamos como oro en paño en la universidad presencial, ya que eran muy complicados de conseguir.

Tienes dos semanas de exámenes con horarios diferentes, para que puedas ir cuando mejor te convenga: en la Uned hay una semana de exámenes, la siguiente de descanso, y otra semana de exámenes en la que los exámenes que fueron por la mañana en la primera, ahora son por la tarde, y viceversa. De nuevo, esto es ideal para la gente que trabaja, porque así no tiene que faltar al trabajo y luego recuperar horas. También sirve mucho a la hora de estudiar, porque puedes dejar algo para estudiar durante la semana de descanso.

Y sí, a los exámenes tienes que ir; no se hacen desde casa .

Si estudias, apruebas: quiero deciros que, aunque penséis que es una tontería, esta es la MAYOR VENTAJA que le veo a la Uned. En la Uned los exámenes pueden ser más o menos difíciles, pero nunca te van a preguntar algo que no está en el libro, mientras que en la universidad presencial a veces parecía que estaba de moda preguntar cosas que nunca se habían dicho en clase.

Los compañeros: sí, es una universidad a distancia, pero os aseguro que también se hacen muchas amistades. Normalmente los estudiantes de la Uned son personas muy ocupadas, pero nos juntamos a través de facebook o skype para organizar grupos de estudio, preguntar dudas, darnos clase unos a otros, etc. Así que no pienses que estarás tú solo.

Inconvenientes

No todo iba a ser un camino de rositas, ¿verdad?

Los temarios son muy largos: en la Uned estudias por libros, y os aseguro que lo que contiene un libro de la Uned nunca lo habría podido llegar a dar todo en clase un profesor de la universidad presencial. Es decir, que por la Uned vas a tener que estudiar más materia.

Los libros están llenos de teorías, historia, etc., que en clase se pasaría por alto o se explicaría con un lenguaje mucho más coloquial, por lo que a mí, personalmente, me parece mucho más difícil de estudiar.

Los libros: los libros de la Uned, aparte de ser en su mayoría carísimos, son poco didácticos (por decirlo suavemente). La mayor parte de los libros que tienes que comprar para estudiar las asignaturas están escritos por los titulares del departamento de turno, y se nota que saben mucho de su materia, pero no lo saben plasmar bien en los libros de texto, de tal manera que la materia viene mal estructurada y explicada, y con muchas cosas que se han metido como relleno.

Esto se nota especialmente cuando una asignatura tiene como libro recomendado alguno de un autor extranjero que ha sido traducido al español: te das cuenta de que ese libro es una maravilla a la hora de estudiar en comparación con los demás.

Es una realidad muy triste, pero es así. Y no penséis que podéis estudiar por otros libros más didácticos, no: en los exámenes se preguntan expresamente epígrafes de los libros recomendados.

Se necesita mucha fuerza de voluntad para estudiar a distancia: es cierto que también se necesita para estudiar, en general, pero por lo dicho anteriormente (más materia, más difícil) creo que requiere mucho más esfuerzo el método a distancia.

Hay personas que tienen un entusiasmo desbordante por sus estudios y casi aprovechan cualquier momento para ponerse a estudiar, pero si eres “de los normales” (como yo, por ejemplo), ten en cuenta que vas a tener que organizarte muy requetebién y seguir horarios muy estrictos para aprobar los exámenes. Es cierto que tenemos tiempo libre aquí y allí que pensamos que vamos a aprovechar para estudiar, pero muchas veces no contamos con que vamos a llegar cansados de trabajar y, en esas condiciones, habrá que realizar un esfuerzo titánico para coger los libros en lugar de desmayarnos en el sofá.

Quiero avisaros también de que pasaréis muchísimos fines de semana y vacaciones ESTUDIANDO. Es mejor no edulcorarlo…

Los amigos, los cafés y las horas de biblioteca: no es que yo sea muy sociable, pero lo mejor de la universidad presencial han sido los compañeros que tienes todos los días al lado en clase, en la biblioteca y en la cafetería, y que, seguramente, seguirán siendo amigos durante muchos años más.

Esto, a no ser que asistas a las tutorías de tu centro asociado, no lo vas a tener estudiando a distancia, y es una de las razones por las que no recomendaría la Uned como primera carrera.

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Y creo que esto es todo. Si algún estudiante unediano está leyendo esto y quiere añadir alguna cosa, os invito a comentar vuestras impresiones.

También espero haber resuelto dudas a aquellos que están pensando en empezar una nueva carrera a través de la Uned.

Tened en cuenta que esta lista de ventajas e inconvenientes es totalmente subjetiva, y que la he realizado comparando con mi experiencia personal e intrasferible (y bastante terrible, todo sea dicho) de estudiar en la universidad presencial.

¡Feliz domingo!