Rosa Miren Pagola anima a los jóvenes a que salgan fuera del país (ver el artículo anterior). “Fuga de cerebros”, lo llaman algunos. Como si el país donde vives fuera una prisión. Yo no me “fugué” de Flandes. Ni tampoco alguien como Koen Vandenbroeck, otro flamenco de Flandes, Doctor en Biología Molecular por la Universidad KU Leuven, que ha venido a dirigir el Laboratorio de Neurogenómica de la Universidad del País Vasco, después de haber estado en Italia, Irlanda y el Reino Unido.
Álvaro Fernández Ibáñez cuestiona esta expresión y opina que está basada en concepciones anticuadas de la economía, de la sociedad y de la neurociencia. Dice que desde el punto de vista económico es bueno contar con una red amplia y densa de españoles por el mundo, y que “Estos ‘españoles en el mundo’ que nos muestra el programa de TVE del mismo nombre son los mejores embajadores de la marca España en sus respectivas comunidades, con un impacto igual o mayor que nuestra selección de fútbol, generando muchos beneficios directos e indirectos.” Además hoy, por estar fuera, no se pierde necesariamente el contacto. “Mantener el contacto con nuestros familiares, amigos y colegas profesionales es una cuestión de abrir Skype y decir ‘hola’ en tiempo real, en vez de una dilatada correspondencia por correo.” Y nos hace recordar que estamos en Europa, “Como miembros de la Unión Europea, podemos trabajar sin trabas legales significativas en 28 países, en vez de ser considerados como ciudadanos de tercera clase.” Opina que “Lo que todo esto implica es que la ‘fuga’ no es tal fuga, sino una experiencia vital más o menos larga en función de las realidades y preferencias personales, profesionales y familiares de la persona en cuestión.” Termina su columna haciendo un paralelismo con el Camino de Santiago al citar a Machado: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Cada joven debe encontrar y andar su propio camino académico, y profesional…
6.- Biología. La profesora Ellen Decaestecker es investigadora en la unidad de investigación “Biología Acuática” fundada en 2008 en Kulak, el campus satélite de la KU Leuven en Kortrijk, Flandes Occidental, que dirige con otros dos colegas. Investigan también 11 doctorando y 3 post doctorados. Describe con detalle su investigación de los cladóceros en la revista Science@Leuven en una entrevista que lleva como título ‘Ningún biólogo es una isla’. La biología no es una isla aparte en la ciencia. Por ejemplo necesita de las matemáticas para construir modelos y en el área de la genómica necesita la colaboración de bio-informáticos. “El arte no es por definición poder hacer todo esto uno mismo, el arte es saber comunicar más allá de la fronteras de las disciplinas… Debemos salir de nuestra zona de confort y colaborar con especialistas en otros dominios.”
“¿Por qué los jóvenes deberían elegir el estudio de la biología?”, preguntan a Ellen Decaestecker. Y contesta: “Tu pasión por el tema, y por amor a la naturaleza. Para los biólogos hay salidas profesionales muy diversas, sobre todo si estás muy motivado por tu profesión. Es un dominio muy amplio, tanto en lo que concierna los temas que estudias, como las disciplinas. Miras a la naturaleza desde una perspectiva fisiológica y ecológica, lo cual produce un amplio abanico de aproximaciones y nociones. Aparecen en todas partes “bio” científicos: biomédicos, bio-ingenieros, biofísicos, bioquímicos, y siga enumerando. ¿No es una buena indicación quela biología es importante, y que las personas con una formación en la biología son muy demandadas en la sociedad?”.
¿Y qué cuentan los jóvenes titulados? Jens Warrie es uno de ellos. Dice que ha elegido la biología porque, según él, es la ciencia más interesante: “Aprendes cómo está hecha la naturaleza, desde la molécula hasta el ecosistema.” A los que dudan aconseja que no entren en pánico, que se informen bien.