Tres misiones espaciales distintas informaron el año pasado de la detección de huellas de agua sólo de espesor unas moléculas de espesor sobre una gran parte de la superficie de la Luna. Muchos científicos planetarios asumieron que el agua se formó cuando las partículas del viento solar chocaron contra el suelo lunar, pero esta idea ha sido puesta en duda.
"El viento solar no puede producir agua en cantidad suficiente para explicar los resultados de las tres misiones que la observaron", dice Raúl Baragiola, miembro del equipo de la Universidad de Virginia, Charlottesville, que intentó reproducir este efecto en el laboratorio.
Durante años los teóricos han creído que los protones del viento solar podrían separar los átomos de oxígeno del de los minerales del suelo lunar combinándose después con él para formar radicales hidroxilo (OH) o agua (H2O). Esta hipótesis había ganado credibilidad recientemente con las observaciones de hidroxilo y agua realizadas por las misiones de la NASA Deep Impact y Cassini, así como la sonda india Chandrayaan-1.
Baragiola y sus colegas probaron la idea bombardeando con protones cristales de ilmenita y anortita en el vacío, dos de los minerales lunares más comunes. No se encontraron señales de que se hayan formado radicales hidroxilo o agua. De hecho, encontraron lo contrario: los protones destruyeron cualquier rastro de agua que se había mantenido en los minerales después de 24 horas de calentamiento antes del experimento.
Carle Pieters de la Universidad Brown en Providence, Rhode Island, autor principal de la del año último informe de Chandrayaan-1, admite estar desconcertado por los resultados.
Pero Jeffrey Gillis-Davis, geólogo planetario de la Universidad de Hawai, cree que la hipótesis formulada aún podría ser correcta. "Esto no pone el último clavo en el ataúd" de la hipótesis de viento solar, dice. El verdadero suelo lunar podría comportarse de manera distinta de los cristales de la prueba, puesto que se componen de cerca de un 60% de cristal aglutinado.
Gillis-Davis dice que la textura es importante para facilitar las reacciones químicas que pudieran producir agua en el suelo lunar. Este tipo de procesos de "erosión espacial" es más probable que ocurra en el suelo polvoriento que en cristales, dice.
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Publicado en Odisea Cósmica¡Suscríbete Ya!