Revista Opinión

Estudio Revela Que Tratar A Un Perro Como Hijo: (Es Un Trastorno Mental )

Publicado el 19 febrero 2019 por Carlosgu82

Algunas personas deciden tener una mascota cuando se quedan solas, porque no tuvieron hijos o éstos fueron de la casa, o porque perdieron a su compañero de vida o las decepcionó un amor. Entonces, caen en la petofilia por refugiarse en el amor incondicional, y sin problemas, que solo pueden ofrecerles las mascotas.

Para empezar, según el especialista, cuando uno “invierte” tanto en una mascota provoca que los humanos comiencen a generar grandes expectativas en el perroo en el gato adoptado.

Pero otra cosa es el excesivo apego a los animales que tienen algunas personas y que les acarrea consecuencias negativas tanto para ellas como para sus afectos, en estos casos, sufren un trastorno que se conoce como petofilia.

Según dijo el especialista a publimetro, comportamientos como gastar más dinero en el perro que en uno mismo, comprarle ropa “humanoide”, publicar fotografías en redes sociales del animal en las que parece que este se está tomando una “selfie”, crearle perfiles en redes sociales, llamarlo “mi bebé” y otras actitudes parecidas podrían ser señales de que se padece de algún trastorno psicológico.

Muchos estudios confirman que tener una mascota es saludable porque la compañía de un animal doméstico genera beneficios tanto anímicos como físicos. De hecho existe la zooterapia o terapias que se valen de animales entrenados como apoyo en tratamientos de rehabilitación para pacientes de cualquier edad con enfermedades que afectan su vida emocional, cognitiva y social.

Para distinguir si una relación con tu mascota es insana, lo que se evalúa no son las conductas concretas: gastar mucho dinero, tratarlos como humanos o colmarlos de caprichos, esos no son síntomas preocupantes en sí.

Estamos ante un caso de petofilia si el afectado solo siente satisfacción cuando tiene contacto con seres irracionales y se aísla de su entorno, si limita completamente su forma de vivir o si el individuo enganchado a este vínculo anómalo quiere desligarse de él pero se siente incapaz de hacerlo.

El especialista asegura que perros y gatos no son tan “inocentes” como parecen, y son conscientes de la relación costo-beneficio de comportarse mal pues saben que cuando incurren en algún comportamiento de ese estilo, pueden llamar la atención y obtener algún beneficio de los dueños.

Es por eso que el académico hace un llamado a los dueños a no integrar a los animales en rituales y costumbres humanas debido a que no necesitan ni comprenden eventos como bodas o fiestas de cumpleaños:


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