1. Coito con persona mayor de 12 años y menor de 18, prevaliéndose de superioridad, originada por cualquier relación o situación. 2. Acceso carnal con persona mayor de 12 años y menor de 16, conseguido con engaño. 3. Por equiparación legal, algún caso de incesto. 4. Antiguamente, coito con soltera núbil o con viuda, logrado sin su libre consentimiento.
Estupro es una voz que se emplea fundamentalmente en derecho y procede del latín stuprum -violación, coito con soltera núbil sin su libre consentimiento-, definiendo un tipo de violencia sexual tipificada como delito en la mayoría de las legislaciones.
Consiste en copular con una persona mayor de 12 años y menor de 18 -o 16, según el caso- valiéndose de la seducción o el engaño para lograr el consentimiento de la víctima... Este particular no debe confundirse con el abuso sexual infantil, que abarca a los menores de dicha edad con el agravante de violación.
La particularidad del estupro consiste en que la víctima accede a mantener la relación sexual. Se trata, no obstante, de un consentimiento forzado, conseguido por el delincuente a través del engaño o haciendo prevalecer su autoridad.
Encontramos un ejemplo de uso en la obra El recurso del método, del novelista cubano Alejo Carpentier y Valmont (1904-1980)
“…Se narraba cómo los soldados alemanes, dueños de una aldea, de un pueblo, arrastraban inocentes muchachas, colegiales adolescentes, a la trastienda de una zapatería, de una farmacia, de una funeraria, para violarlas –eran nueve, eran diez, eran once, decía L’Illustratión; serían quince, diría Louis Dumur, novelista de tales atrocidades- con abyecta disciplina germánica, mientras los feldwebels, ordenadores de la acción, decían: "ahora le toca a usted…Y váyase preparando el siguiente...". Pero todo esto, la destrucción de las catedrales, la ruina de las hagiografías, los retablos astillados, las sibilas decapitadas, el incendio, la dinamita, el estupro, el crimen, eran poca cosa…”
¡Hasta la próxima palabra!
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