Revista Cultura y Ocio

«¿eta era una banda de death metal?»: eduardo jordá y su saña con el metal

Publicado el 26 abril 2018 por Vane Balón @distritouve
Texto: Vane Balón«¿ETA ERA UNA BANDA DE DEATH METAL?»: EDUARDO JORDÁ Y SU SAÑA CON EL METALSoy Vane Balón y estoy mal de la cabeza. El diagnóstico me lo ha dado Eduardo Jordá en su artículo "¿ETA era una banda de Death Metal?" publicado en el Diario de Mallorca hace pocos días. ¿De qué trata el artículo viralizado por medios y metaleros cabreados con semejante contenido? Es una muestra de odio radical hacia el Death Metal, manifiesta en frases ácidas como «ETA fue a la política lo mismo que el Death Metal ha sido a la música: una pesadilla sin paliativos, un horror indescriptible, una murga que solo puede interesar a alguien que no esté bien de la cabeza».Pero no es lo que más me ha jodido, y vas a comprender mejor qué me ha llevado a tener la sangre hirviendo: Eduardo Jordá también duda de que la gente de menos de 30 años, o con algunos más, sepamos qué era ETA... Me has tocado justo en 2 puntos muy sensibles: Metal y ETA. ¡Bravo, campeón!EDUARDO JORDÁ, SÍ CONOZCO QUÉ ERA ETA:¿Sabes qué, Eduardo Jordá? voy a contarte qué sé sobre ETA: una parte de mi familia vive en Rentería desde mediados/finales de los años 70. Conoces mucho del tema, así que sabrás todo el miedo y horror que se vivió allí durante décadas en relación con asesinatos.Y uno de ellos ocurrió muy cerca de donde aún viven mis tíos (asesinato del taxista, noticia publicada en octubre de 1980). Tengo 33 años y desde muy pequeña crecí escuchando el miedo (sí, escuchando: lloros, lamentos...) al saber que se había vuelto a asesinar por la zona y temer por si los había alcanzado.A principios de los '90 fuimos de visita porque no nos habíamos atrevido antes (mis padres no querían exponernos a mi hermano y a mí, ya que era peligroso), y aún se respiraba miedo, silencio, pavor... Los asesinatos tampoco habían terminado... (en septiembre de 1992 mataban a un empleado de una subcontrata de Telefónica) Temíamos que reconocieran la matrícula de nuestro coche (nada más y nada menos que de Valladolid...), así que lo guardamos en el garaje de mis tíos por precaución. Ya ves, sí sé quiénes eran ETA, el horror sembrado, el miedo contagiado... Tenía pocos añitos pero escribiendo sobre ello vuelvo a sentir aquella inseguridad... ¡Y me jode que se tome a la ligera una comparación tan odiosa... ¡TAN ODIOSA, JODER!... Ni de coña se puede comparar aquella gente con quienes disfrutamos de la música Metal... Eres un jodido impresentable. GRACIAS POR TU DIAGNÓSTICO, EDUARDO JORDÁ:No te guardo rencor a pesar de que me has tocado las narices porque por fin sé lo que me pasa: escribo con el corazón en la mano pero la cabeza sobre los hombros, así que al menos sé que no soy una redactora capaz de todo, y eso está bien recordarlo. Y si en algún momento dudo cómo no hacer las cosas recordaré tu texto. Además, siempre he sospechado que algo no iba bien en mi cabeza y suelo escribir a menudo sobre temas que creo deben moverse. Tal vez esa inquietud que siempre he tenido tenga que ver con esa locura mía por gustarme el Metal.A ver qué te parecen mis idas de olla, ahí van: Llevo soñando mucho tiempo con justicia para los trabajadores, que curramos muchas horas por míseros sueldos -y condiciones precarias en casi todas partes- por recortes realizados por cuerdos que no escuchan Metal (son más de Taburete...).He deseado con fuerza que ajusticien a todos l@s políticos corruptos y miembros de la fundación NÓOS, que deben millones pero campan a sus anchas mientras familias roban comida para sobrevivir porque están en paro, y se enfrentan a juicios por desahucios e impagos.Me encantaría que se dejen de apresar músicos y titiriteros por decir verdades como puños -sean del Rock, Metal, Punk, Indie, Rap, Pop, flamenco, etc.-, deseando con rabia que vayan a la cárcel los auténticos demagogos, esos "artistas" pájaros, ávidos, vividores con tarjetas Black y sobres que actúan subiéndose los sueldos desorbitados mientras congelan pensiones.Añoro aquellos tiempos de bonanza antes de tantos recortes en la seguridad social, cuando había profesionales suficientes, ínfimas listas de espera y éramos un país envidiado hasta que los cuerdos soñaron con una España arcaica, con acceso a medicinas solo por señoritos y caciques en aras de la privatización.Y sigo soñando con que la música sea considerada cultura, y el cine, teatro, pintura, danza, escultura... y todas las disciplinas creativas que hoy son tachadas de hobby, ocio, menospreciadas y automáticamente estigmatizadas por cuerdos maleducados hablando sin saber, comparando -incluso- el Death Metal y sus seguidores con una organización terrorista como has hecho tú, Eduardo Jordá.Sí, estoy loca porque me encanta la música Metal en todas y cada una de sus expresiones, desde escisiones más extremas a vertientes más clásicas (Grindcore, Death Metal, Thrash Metal, Metalcore, Black Metal, Brutal Death Metal, Sludge Metal, Heavy Metal, Power Metal, Deathcore, Metal progresivo, Post Metal, Metal sinfónico...), y sueño con que algún día la imbecilidad de las personas que desprestigian lo que desconocen aprendan a valorar dejando a un lado sus gustos personales. Solo espero que esta enfermedad no se me cure nunca, y que se extienda llegando a quienes estigmatizan aquello que ignoran mediante las descalificaciones, o comparaciones odiosas que son sinónimos de difamación como la plasmada en el texto tuyo, Eduardo Jordá. «¿ETA ERA UNA BANDA DE DEATH METAL?»: EDUARDO JORDÁ Y SU SAÑA CON EL METALCON TEXTOS ASÍ LA INCULTURA SE MANTIENE SERVIDA POR MUCHO TIEMPO:La música Metal sufre desde siempre marginación en España, por desconocimiento y desinterés a partes iguales. Artículos así, como este firmado por Eduardo Jordá, son los que generan que los sonidos alternativos estén tan menospreciados por una gran parte del público afín a música generalista. Estos medios, llegando a tumultos de lectores (sean locales, regionales, autonómicos o nacionales), si incluyen a ignorantes en sus filas de tal calibre el analfabetismo cultural a muchos niveles estará presente por mucho tiempo.Me preocupa que Eduardo Jordá, y tant@s otr@s sin cultura musical apreciable en textos como el ofrecido en su artículo «¿ETA era una banda de Death Metal?» (atentando con verborrea desquiciada, como si nada, contra las personas que seguimos este perfil compositivo), tengan calado en un amplio número de personas dúctiles porque difaman, engañan -no tengo claro si con intención y con saña o por dar la nota y viralizar- pero, lo peor de todo: lo hacen sin tener ni puta idea de la realidad de los que falta al respeto. Incluso faltan al honor de muchos afectados recurriendo a un tema tan sensible como el de ETA en España.Y así estamos, en el mundo al revés: quienes escuchamos Metal estamos mal de la cabeza, vamos disfrazados (otra perla de su texto) y se nos compara con etarras, mientras que quienes roban lo hacen bien vestidicos -con traje o polos y náuticos-, escuchan Taburete, apoyan recortes de servicios públicos, son una puta y jodida mafia que quita del medio a quienes estorban y son los que están cuerdos si ponemos la vara de medir cordura a juicio de este Eduardo Jordá... Que el Death Metal siga enfermando a más inquiet@s para no infectarnos de los prejuicios manifiestos en tipos como este.MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN QUE PUEDEN INTERESARTE:Underground vs Mainstream: 17 personas de la música opinanMujeres en la música y carteles de festivalesNeogrunge en Matices del sonidoTodos los artículos de opinión, AQUÍ«¿ETA ERA UNA BANDA DE DEATH METAL?»: EDUARDO JORDÁ Y SU SAÑA CON EL METALSERVICIO DE REDACCIÓNBy Vane Balón-Para particulares y empresas-Para grupos de música y solistasConoce opciones, tarifas y muestras de trabajoAQUÍContacto: [email protected]

Volver a la Portada de Logo Paperblog