Hay momentos en la vida en los que una persona suele pararse a pensar en el curso que toma su vida y reflexiona sobre ello, y sobre todo cuando considera que ha cerrado una etapa que considera importante en su vida. Hace cinco años empecé la vida universitaria sin ni siquiera darme cuenta: cuando acabé bachillerato no tenía ni idea de qué hacer con mi vida, así que decidí probar en una carrera de la que me habían hablado bien pero que nunca me había llamado especialmente la atención: Relaciones Laborales. Y resulta que se ha convertido en la que yo creo ha sido la decisión más importante que he tomado en mis 23 años. Recuerdo como si fuera ayer mi primer día: no tenía ni idea de cómo iban las cosas, no conocía a nadie y me sentía como una hormiguita. Cinco años después, aquí estoy, graduada y trabajando de lo mío.
He tenido mucha suerte, muchísima. Empecé el cuarto curso de la carrera queriendo encontrar unas prácticas, pero a medida que pasaba el tiempo no encontraba ningún sitio en el que me cogieran (entrevistas hice incontables), y empecé a decaer en la búsqueda. Pensaba que es que igual no valía o que no era lo suficientemente buena como para trabajar de lo mío. Hasta que llegó un día en el que me cogieron en una empresa y empecé a hacer las prácticas. De esto hará ya más de 1 año ya. Ahora sigo en la misma empresa, y estoy aprendiendo muchísimo.
Quiero compartir esta historia con vosotros para que sepáis por qué no he estado por aquí desde hace bastante tiempo. Como habréis podido ver, el blog lleva muchísimo tiempo inactivo, y la verdad es que me duele mucho no poder dedicarle el tiempo que se merece. De vez en cuando he ido haciendo alguna que otra entrada, pero así no es como se mantiene un blog. Más de una vez he tenido bastantes baches con esta página, pero siempre he conseguido salir de ellos y seguir con ello; así que espero no tardar mucho en poder volver.
Ahora mismo estoy en una etapa de mi vida en la que me apetece muchísimo leer, pero que no puedo porque el poco tiempo que tengo libre estoy tan cansada que no puedo hacer otra cosa que dormir y aprovechar las horas de sueño que tengo. Y me da mucha pena, porque en estos añitos que tiene el blog he podido conoceros a muchos de vosotros. Pero volveré. Con energías y ganas renovadas para traeros todo aquello que leo y quiero leer. Espero que sigáis ahí para ese entonces.
Hasta entonces, un beso a todos y sobre todo, GRACIAS.