Eteryum octava parte: “Aprendiendo a pelear”

Publicado el 13 diciembre 2012 por Insomniofreak @InsomnioFreak

El sótano era una especie de gimnasio enorme con muchas estanterías de armas por las paredes y en el centro había un rectángulo de hierba donde practicar. Cuando llegó solo vio a Timly, que era un enano algo más alto que los que había visto el día anterior y era moreno. “¿Dónde está Lilith?” preguntó Silvana. “Ahora vendrá, tenía que hacer algunas cosas. Muy bien, Lilith y yo hemos pensado que primero entrenaras sin armas, más adelante te enseñaremos a manejar un arma, según la que quieras tú. Pero primero tendré que comprobar tu forma física.” le mandó correr alrededor del gimnasio, hacer flexiones y demás ejercicios. Sorprendentemente, esto la cansó menos que invocar fuego. Estuvo una media hora haciendo los ejercicios y acabó exhausta y con una terrible jaqueca producida por haber usado los poderes psíquicos.

Estaba en muy buena forma, pues había ayudado muchas veces a su madre en el campo y en casa y a su padre en la herrería, para lo cual se necesitaba una fuerza considerable. Además era bastante ágil y rápida. Cuando acabó, se dio cuenta de que Lilith ya estaba allí, no se había dado enterado de cuándo había entrado. “Ha estado muy bien. Estas en plena forma, creo que no tardarás en saber manejarte en combate.” dijo Lilith. “La verdad es que no me esperaba que fuera así. Creí que tendríamos que trabajar mucho en mejorar tu forma física. Empezaremos por enseñarte a pelear sin armas, como imagino que ya te habrá informado, Timly.” Estuvieron hasta la hora de comer practicando como moverse y como pelear en la lucha cuerpo a cuerpo, le enseñaron a dar puñetazos y patadas, cómo darlas, cuándo darlas y dónde darlas. Aprendió también cómo combinar varias patadas y puñetazos, ataques ofensivos y defensivos, a esquivar los golpes, a evitar que el contrario esquivase los suyos, etc. Después de comer y de asearse, se dirigió al sótano otra vez con Lilith. Una vez allí Lilith le pidió que le relatara lo que había hecho con Shantra.

Al terminar de contárselo, Lilith estaba sorprendida de cómo había sido capaz de invocar fuego mágico, así que Silvana le dijo que en la biblioteca de su aldea había varios libros con teoría sobre los hechizos más elementales y que se los sabía todos de memoria. A Lilith esto le pareció una gran ventaja. Como todavía no había aprendido lo suficiente de magia como para aplicarla al combate cuerpo a cuerpo, esa clase iba a ser teórica. Lilith le explicó las formas de usar la magia, no era necesaria para ser un buen guerrero, pero ayudaba bastante. Con la magia se podía hacer invocar a los elementos para que rodeasen la hoja de la espada y conseguir un daño físico y espiritual al mismo tiempo, el elemento a invocar dependería de la criatura con la que te enfrentases.

También se podía hacer lo mismo con las flechas del arco, incluso con los puños, pero en ese caso se debería tener mucho cuidado para no dañarse a uno mismo, se tenía que ser muy hábil para conseguirlo durante un tiempo considerable y con éxito. La magia élfica también permitía crear escudos para amortiguar el daño de los ataques físicos o espirituales, para conseguir protegerse por completo de ellos, para reflejar el ataque mágico de los oponentes dañándolos con su propia magia. Incluso, con mucha experiencia, se podían crear escudos que te ocultaran en las sombras, o que te hicieran invisibles por completo e incluso se podían crear escudos que te protegieran de los ataques físicos y espirituales a la vez. Había magias que robaban poder espiritual al oponente, o también se podía robar salud espiritual. Además estaban las ya comentadas magias curativas. Había también magias que evitaban que el oponente usara hechizos, o que el oponente perdiera puntería y precisión en sus ataques, o incluso dormir a un oponente, para lo cual se necesitaba gran poder espiritual. El efecto de los hechizos dependería de la destreza del que los invoca y de su poder espiritual. La clase acabó sobre las seis y media.

Todavía le quedaba media hora antes de su clase de estrategia con Ferethor. Fue hasta su habitación y se tumbó boca arriba en la cama, no se podía creer lo que le estaba pasando. Cuando eran casi las siete, se arregló a conciencia y fue a su esperada clase. Cuando estaba en la sala antes de entrar en el despacho de Ferethor, notó como su corazón le iba a mil, estaba muy nerviosa. Oyó que la puerta se abría y allí estaba él.