Ética religiosa-ética ciudadana ,mercados y seguridad económica ( 4 min.)
Publicado el 14 febrero 2016 por Jblor8Ética religiosa-etica ciudadana ,mercados y seguridad económica ( 4 min.)
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Juan B. Lorenzo de Membiela©
El estudio de Geert Hostede, investigador holandés, encontró que la cultura de un país influye en el comportamiento de los empleados (Koontz, Weihrich y Cannice, 2012:76-7). Demostró que el individualismo predomina en EEUU, Australia, Gran Bretaña y Canadá, mientras que el colectivismo se imponía en países como Guatemala, Ecuador y Panamá.
Estos resultados coligen los estudios de Max Weber en 1905 sobre la ética protestante y el espíritu del capitalismo. Países de raíz protestante alcanzan mejores resultados económicos que otros. Para Weber, la ética protestante y, especialmente la calvinista, propició la desaparición de restricciones sociales a la empresa y la adquisición monetaria, fundamentadores del capitalismo (García Ferrando, 1985,29:148).
El protestante no es un capitalista aventurero, tampoco un especulador, solamente un hombre sobrio, parco, impedido de gozar de sus riquezas pero obligado a incrementarlas. Está sumido en un predeterminismo que le condena a una soledad interior inaudita. En esa zozobra se desengaña del mundo, culminación de su creencia. Ignorado por Dios solamente le queda el trabajo como medio de salvación.
El afán de lucro era considerado como un precepto divino (Weber, 2004:271-2). El capital acumulado no debía gastarse inútilmente sino ser invertido productivamente (Weber, 2004:274). La pobreza es admitida como designio de Dios que impide, de este modo, los grandes peligros de la riqueza (Weber, 2004:281. La desigual repartición de los bienes es obra de la Providencia que persigue finalidades desconocidas para nosotros. El salario no es importante si con el trabajo se alcanza la gracia. Se impone al ciudadano un riguroso puritanismo que excluye la solidaridad social y una estricta autodisciplina emocional.
La religión y, el sustrato formado a través de generaciones sobre el modo y forma de vivir, integran la cultura de las sociedades. De ello se desprende que en países protestantes prepondere el individualismo y sus características: atención por los propios intereses; aceptación desigual del poder y centralización; asunción de incertidumbre; confianza en uno mismo y competitividad; trabajo duro y perseverancia. Frente a otros que promueven el colectivismo: importancia del grupo y de la persona; inconformistas con el poder y la autoridad; minimización de la desigualdad, incremento de la descentralización; temor a la ambigüedad e incertidumbre; preponderancia de las reglas y estructuras; orientación a lo social y a la calidad de vida de los otros; importancia de la modestia; menor tendencia al trabajo duro e inclinación al consumo.
Sobre estas condiciones fácil es constatar un mayor desarrollo del capitalismo en aquellos países de raíz protestante.
The Boston Consulting Group (BCG) publicó en 10 de enero de 2013, el informe « The most innovative companies 2012. The state of the art in leading industries ». Las 15 empresas mundiales más innovadoras son: Apple (California,EEUU) , Facebook (California,EEUU), Google (California, EEUU), Amazon(Seatle,EEUU), Square (California, EEUU), Twitter (California,EEUU), Occupy Movement (Nueva York, EEUU), Tencent (Shenzhen, China), Life Technologies (California,EEUU), Solarcity ( California, EEUU), HBO ( Nueva York, EE/UU), Southern New Hampshire University ( New Hampshire, EEUU).
Resultados que corroboran la preeminencia del protestantismo en sistemas de libre mercado.
Pero las diferencias entre iglesias cristianas no tienen la relevancia que antaño hubo además que invitadas por los tiempos a un obligado ecumenismo.
El imperativo de la eficiencia o productividad que se exige para subsistir en un mundo globalizado demuestran que nos dirigimos hacia una convergencia de instituciones sobre el modelo anglo-norteamericano (Peter A. Hall, 2012:66).
El escenario que debe ser analizado se concreta en el eje musulmán-cristiano. El incremento en espiral de cristianos e islamistas invita a encontrar acercamientos que disipen riesgos por todos conocidos.
Barrent y Johnson, coeditores de la « World Christian Encyclopedia », pronostican que los 2.000 millones de cristianos actuales se habrán convertido en 2.600 millones hacia el año 2025: un incremento de prácticamente un 30%. Pero el islam crece a una velocidad mayor: de los 553 mill. en 1970, ascendió a 1.200 mill. en 2001 y sobre 2025 alcanzarán la suma de 1.800 mill..
Las bases del crecimiento religioso se encuentran para los cristianos en América Latina, África y Asia. Es lo que Jenkins denomina « Tercera iglesia »: el crecimiento se expande a un ritmo positivamente correlacionado con el estado cada vez mayor de la opresión política y la corrupción en estas regiones (Jenkins, 2002:53).
En Europa el número de musulmanes se ha duplicado en los últimos veinte años. Incrementándose en Malasia e Indonesia.
Oriente Próximo pierde su influencia por una energía devaluada producida por el petróleo y por un comercio marítimo entre Asia y Europa que ha sustituido el Canal de Suez por el Cabo de Buena Esperanza.
El resultado de todo ello es que Europa pierde influencia geográfica frente a Asia, India y Brasil, como nuevos centros de civilización en un futuro no muy lejano. Otra cosa diferente es si perderá influencia ideológica.
El referente europeo persistirá, sin embargo, como meta de evolución social, en donde se fraguaron las ideologías que han impulsado la revolución económica del mundo y que creó a los países hoy emergentes en potencias económicas. Prueba de ello, es que la marca « Europa » acapara cotas de mercado en China espectaculares.