Eto’o hace posible una remontada loca del Inter (2-3) ante un Bayern sin definición

Publicado el 15 marzo 2011 por Toni_delgado @ToniDelgadoG

Eto'o festeja el primer gol del Inter - EFE.

Le chiflan los coches y los relojes y sus éxitos y desencuentros con algunos entrenadores no se entienden si no se tiene en cuenta su carácter, ese talante repleto de ambición, amor propio e insaciabilidad. Samuel Eto’o (Nkon, 1981) no sabe qué es dosificarse ni desaparecer en las grandes citas de club, certero para abrir el marcador para el Barça en sus dos últimas finales de Champions como para ser un jornalero más como lateral en la última disputada en el Bernabéu ante el Bayern de Múnich, la última víctima del delantero camerunés. Eto’o ridiculizó a Breno ganándole en zancada, cuerpo y picardía para condecorar a Pandev como héroe final. Un tanto, una jugada a dos minutos para el tiempo reglamentario que redondeaba una remontada loca por 2-3 del Inter ante un conjunto alemán que correspondió con fallos clamorosos a los errores de la defensa interista, convertida por momentos en una línea tan endeble y sólida como la gelatina. Lo contrario que Eto’o, omnipresente, insaciable y decisivo, pues marcó el primer gol del partido y también repartió el segundo para Snjeider. Méritos que permitirán al actual campeón de la Champions ser el único equipo italiano en estar en el bombo de cuartos de final del viernes y el segundo en la historia del torneo, tras el Ajax, en superar una eliminatoria tras perder 0-1 el partido de ida en casa.  
En un encuentro de dos defensas propias de un partido de solteros contra casados en baja forma, triunfó el Inter, al que nunca le faltó Eto’o, beneficiado por la mala vista del asistente, que no apreció fuera de juego en el gol del camerunés, escurrido entre dos adversarios. Eto’o insistió por la derecha, por la izquierda y por el centro e incluso despejó un córner con la cabeza ante un Bayern más ambicioso que llegaba de espaldas a la portería, taponado por la presión de los interistas. Primero Robben y luego Ribéry reactivaron al conjunto de Van Gaal, despedido antes de tiempo porque la Bundesliga y la Copa ya son imposibles para el conjunto bávaro. De una galopada de Robben nació el empate, un regalo con lacito de Julio César, que intentó controlar  el balón con el pecho y cogerlo con las manos. De la intención al resultado final hubo un gol y una jugada cómica. Así que el balón se le escapó y Mario Gómez logró hacerse con el rechace y rematar picándola de espaldas. El delantero español, el fichaje más caro de la historia del campeonato alemán, empataba un encuentro que pasó a ser gobernado por el Bayern. De nuevo Robben surgió y Müller correspondió con una maravillosa definición (levantándola ante el portero brasileño) a un desmarque de veterano. Ahí se acabó la pólvora del subcampeón de Europa.
Surge Snjeider
La crónica podría continuar con un sinfín de preguntas retóricas. ¿Cómo pudo fallar Robben completamente solo? ¿Por qué no entró el centro de Ribéry que sacó como pudo Ranocchia y cuyo rechace envió al palo Müller? ¿Cómo pudo no meterla Ribéry después de recibir una asistencia de Chivu que pretendía ser un despeje? Lo mejor para el Inter y lo peor para el Bayern fue la llegada del descanso. En el segundo tiempo se creció Julio César con varias paradas extraordinarias y Snjeider pasó de contener a no poner contenerse, a buscar el gol con insistencia. El holandés, ausente injustamente entre los tres mejores del Balón de Oro, marcó un golazo desde fuera del área tras el toque preciso de Eto’o y, también, de Schweinsteiger.
Agotado y cojo, Robben tuvo que salir del campo y con él, se desconectó del partido el Bayern, golpeado al contragolpe. Lo probó dos veces Pandev y acertó en la tercera, justo después de la entrada en el campo del japonés Nagatomo. Eto’o le dio una lección de puterío a Breno y habilitó a Pandev, que redondeó una remontada loca que hizo que Leonardo, con traje incluido, fuese engullido por sus jugadores, que emocionó a Nagatomo, hecho polvo ante las últimas desgracias de su país.  
BAYERN, 2: Kraft; Lahm, Van Buyten (Badstuber, 70), Breno (Kroos, 89), Pranjic; Schweinsteiger, Luiz Gustavo; Ribery, Gómez, Robben (Altintop, 68); y Gómez. INTER, 3: Julio Cesar; Maicon, Lucio, Rannochia, Chivu; Thiago Motta, Cambiasso, Stankovic (Coutinho, 51); Sneijder; Eto'o y Pandev (Kharja, 89). Goles: 0-1, m.4: Eto'o. 1-1, m.21: Mario Gómez. 2-1, m.31: Müller. 2-2, m.63, Sneijder. 2-3, m.88: Pandev. Arbitro: Pedro Croenza (POR) amonestó a Luiz Gustavo, Breno, Lucio, Kharja.