Es bien sabido que nuestros dirigentes políticos son cobardes en grado sumo, que ante la tesitura de decir la verdad o engañar a los ciudadanos, normalmente escogen la segunda opción. Y ocurre con frecuencia, sobre todo a la hora de llamar a las cosas por su nombre. Utilizan todo tipo de giros del lenguaje para esconder la realidad y sacan el máximo partido a la lengua de Cervantes. Son los llamados eufemismos políticos, muy en boga sea el partido que sea el que se ubique en el poder, en el caso de España, PP o PSOE. Recordemos que la Real Academia Española define eufemismo de la siguiente manera: Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante. Veamos algunos ejemplos.
Crecimiento económico negativo
Particularmente es el que más me "gusta". Lo utilizaron tanto Rajoy como Zapatero, cuando tenían que explicar que la economía española hacía aguas. Unían las palabras crecimiento y negativo para suavizar la expresión. El crecimiento siempre es positivo, nunca negativo, pero parece que la frase llegaba de forma menos traumática. Obviamente todos los medios de comunicación afines al Régimen -casi todos- la utilizaron -y utilizan cuando viene al caso- sin rubor alguno. Es bien sabido que no querían usar la palabra recesión.
Movilidad exterior
Esta es de nuestra querida Ministra de Empleo, Fátima Báñez, mujer a la que Dios tocó con su dedo defectuoso. Se refería al drama de muchos jóvenes españoles que, ante la falta de oportunidades en su país, optaban por salir al extranjero a buscarse la vida. Ella, en vez de llamar a esto como debía, es decir, exilio forzoso, prefirió retorcer las palabras y denominarlo movilidad exterior de nuestros jóvenes. La Ministra sigue en su puesto y no hay noticias de que se haya escondido o avergonzado ante tamaña estupidez.
Cese temporal de la convivencia
Se utilizó en los medios de comunicación ante el divorcio de Elena de Borbón -hija de Su ex-Majestad- y Jaime de Marichalar, a la sazón, marido de la hermana del actual Rey de España. Para entendernos, las parejas plebeyas se divorcian, pero la realeza cesa temporalmente la convivencia. No volvieron a estar juntos, lo que se traduce en un divorcio puro y duro, pero para la Familia Real, tan afín a los postulados católicos, quedaba poco elegante utilizar la palabra divorcio.
Recargo temporal de solidaridad
Esta corresponde a la diminuta Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que intentaba explicar a los ciudadanos lo que era una subida de impuestos en toda regla, además brutal y sin posibilidad alguna de negarse. Lo vistió de solidaridad, pero no especificó con quién, aunque el tiempo ha demostrado que se refería a los bancos, por supuesto.
Ticket moderador sanitario
Esta me excita mucho. Su autor no es otro que el Mesías de Catalunya, el President Artur Mas, para explicar a sus conciudadanos la aplicación del mal llamado céntimo sanitario, una subida de impuestos sobre los carburantes para, según ellos, costear los gastos en Sanidad. Además de ser una excusa burda, es ilegal, tal y como sentenció el Tribunal Europeo, pero ellos ya lo habían cobrado y además cambiaron el concepto para seguir haciéndolo.
Desaceleración transitoria
No podía faltar en esta lista el Bambi de la política española, el ínclito José Luís Rodríguez Zapatero, célebre por ser el último en reconocer que España estaba en crisis, por más que se lo repetían una y otra vez y los datos eran claros. Pues no, el señor del erre que erre siguió negando la mayor e incluso utilizó la retórica más ridícula para ocultar la verdad. Siempre dijo que lo que pasaba en España era una desaceleración, que por lo visto no es lo mismo que retroceso, parada o avería. Además le añadió transitoria, para que todos tuviésemos claro que se trataba de algo coyuntural... pues ya llevamos casi siete años, señor Zapatero.
Reformas estructurales necesarias
De nuevo Rajoy y su odisea a la hora de explicar que no iba, de ninguna manera, a cumplir con su programa electoral. Utilizó esta desafortunada frase para explicar a los españoles que se había terminado la Sanidad Pública, la Educación de calidad y las prestaciones sociales. Lo llamó reformas estructurales, cuando en realidad quería decir "los españoles van a pagar la crisis, nuestros desmanes y nuestra incompetencia".
Gravamen adicional
Otra vez el PP y sus innumerables mentiras. Recordemos, accedió con un programa electoral en el que especificaba claramente que no iba a subir el IVA. Por supuesto, era mentira y lo subió, pero para no reconocer el hecho ni el embuste de forma rotunda, lo dulcificó con la frase gravamen adicional. Y lo aplicaron, ya lo creo.
Flexibilizar el mercado laboral
También obra y gracia del Gobierno que tristemente tenemos en España. Para llevar a cabo una serie de medidas que llevaran a la extinción de todos los derechos de los trabajadores, se buscaron esta célebre frase. En síntesis y, como el tiempo ha demostrado, se trataba de abaratar el despido, tener menos vacaciones y trabajar más horas, cobrar menos y poner en bandeja de plata a los empresarios un enorme mercado de trabajadores en condiciones casi de esclavitud.