Sevilla. Plaza de toros de La Maestranza. Feria de Abril. Cuarta de abono. Media plaza larga. Toros del Conde de la Maza para Diego Urdiales, Oliva Soto y Antonio Nazaré.
La corrida de toros del Conde de la Maza ha sido más que interesante. Bien presentados la mayoría, aunque vimos alguno terciado y sospechoso de pitones. Tirando a mansitos, encastados, ásperos para el torero, cosa bendita para el aficionado. Lo que ha salido por chiqueros que en otros tiempos hubiera sido una vulgaridad, hoy es una bombona de oxígeno, de emoción, para los que nos gusta algo más profundo que el toreo camelo del artista.
Se presentaba Urdiales en La Maestranza, y en el de la presentación parece que le ha pesado. Sin ser un toro nada claro, y sin posibilidades, ha estado mucho más bisoño que otras veces. No se le ha visto con la claridad y desenvoltura que es normal en él. Cobró una voltereta un tanto ingenua. En el cuarto se desquitó, y de qué manera, perfecto en la colocación y el cite, saca muletazos limpios y cuajados de donde no los hay. Otra de esas faenas toreras que se inventa el riojano y que le deben de valer para continuar con la evangelización del taurineo. Tarde o temprano, Urdiales tendrá que ocupar el lugar que de verdad se merece y que ha conseguido en tardes con sabor a hiel. Vuelta al ruedo de ley.
A Morante le ha salido rival en su reino. El gitanito Oliva Soto, según el taurineo, ha estado a un tris de abrir la Puerta del Principe. Le regalaron la primera oreja, no por la faena, donde la emoción encubrió la falta de colocación, sino por el mal uso de la espada. Para tocar pelo debería de ser condición indispensable matar bien. No fue el caso. En el quinto, el toro de la tarde, el más ``moderno´´ de la corrida, y que se marchó aplaudido incomprensiblemente por el respetable, estuvo bien con la derecha, un tanto acelerado si acaso. Con la izquierda no hubo entendimiento. Por aquí me cuentan que le hubieran pedido las dos orejas, cosa que hubiera sido un agravio y un desfase impropio de la categoría de esta plaza. No me importaría volver a ver a Oliva Soto, pero de ahí a que hayamos visto a Belmonte va un rato...
El que no asomó toda la tarde fue Antonio Nazaré, que ni se acopló, ni se esforzó, ni terminó de apostar con el peor lote. Como ya apuntaba de novillero, es otro pegapases más. Como Salvador Vega anteayer, y otros tantos que vendrán después, otro rellena carteles.
Nota 1: Desmonterarse en Sevilla está barato, barato. Es un tocomocho.
Nota 2: Al taurineo no le ha gustado la corrida, como era de esperar. Mario Juárez en Burladero: ``desigual, desagradablemente ofensiva ¿? y mala corrida del Conde de la Maza...´´