Finalizada la Eurocopa, a continuación reconocemos a los futbolistas que lograron destacarse por encima del resto presentando el que a nuestro criterio es el once ideal del torneo.
Iker Casillas (España): Volviendo a demostrar su enorme y reconocida valía, el arquero y capitán del campeón brindó la sobriedad acostumbrada respondiendo con acierto cada vez que fue puesto a prueba, siendo su tapada a Iván Rakitic en el marco del angustioso encuentro en el que el equipo enfrentó a Croacia su intervención más decisiva.
Joao Pereira (Portugal): Sorprendiendo por su regularidad, el ex futbolista del Sporting Lisboa, recientemente adquirido por el Valencia, se erigió en una de las piezas más valiosas presentadas por Portugal. Protegió bastante bien su zona y evidenciando sus cualidades se incorporó con decisión y criterio al ataque. Sus aportes siempre sumaron.
Pepe (Portugal): Exhibiéndose más calmo de lo que acostumbra y dedicándose tan solo ha jugar, el zaguero central del Real Madrid completó actuaciones que le valieron el sobresaliente. Mantuvo siempre el orden mostrándose firme en los mano a mano y en los cruces y haciendo gala de su gran poder de anticipación. Hasta se dio el gusto de anotar.
Sergio Ramos (España): Sencillamente colosal. Recuperó su posición en la zaga ante la baja por lesión de Carles Puyol y conformando una dupla excepcional con Gerard Piqué dio catedra. Manejó de forma extraordinaria cada concepto defensivo, cubriendo muy bien los espacios y siendo un muro impenetrable. De los defensores, fue sin lugar a dudas el mejor.
Jordi Alba (España): Llegó al certamen pensando en no desentonar y terminó por cumplir dicho objetivo transformándose en la gran revelación. Haciendo gala de su descomunal despliegue, mostró la misma regularidad en el aspecto defensivo, en el que no sufrió, como en el ofensivo, en el que aportó soluciones brillantes asociándose, dando profundidad y siendo siempre una opción. Su gol en la final fue un justo premio.
Sami Khedira (Alemania): Jugando con más libertad de lo que lo hace en el Real Madrid, equipo en el que hasta aquí recibió más criticas que elogios, volvió a parecerse al futbolista que participó del pasado Mundial. Lució suelto y enseñando su clase no solo quitó, sino que además unió lineas distribuyendo muy bien y se sumó permanentemente al ataque. Marcó un golazo.
Xabi Alonso (España): Teniendo en Sergio Busquets, menos brillante que otras veces pero igual de importante, a su mejor ladero, nuevamente estuvo correctísimo. Hizo gala de su capacidad para estar siempre perfectamente ubicado y siendo clave en transición defensiva fue gestor de equilibrio. También aportó llegando y convirtiendo. Completo.
Andrea Pirlo (Italia): Dio cuenta del extraordinario momento por el que atraviesa y siendo el mejor de su selección redondeó actuaciones inmaculadas. Estuvo en contacto permanente con el balón y haciendo siempre lo que pedía la jugada se constituyó en el mejor estratega. Lo hizo todo con sencillez y maestría. Fue el gran conductor.
Andrés Iniesta (España): Exhibiendo absolutamente todas las cualidades que hacen de el un futbolista sinigual se transformó en la gran figura del certamen. Disfrutó del protagonismo y comando a su selección ofreciendo simpleza, creatividad, talento y desequilibrio. Materializó todo lo que imaginó dejando ver su enorme amplitud de recursos. Un genio de proporciones únicas.
Antonio Cassano (Italia): Aprovechó la oportunidad de volver al fútbol que le dio la vida y jugó el torneo de su carrera. Mientras le aguantó el físico, brindó funciones inigualables, moviéndose de forma magistral entre lineas, abriendo grietas a pura habilidad y siendo gestor de opciones. Lo suyo fue el talento y la magia.
Cesc Fábregas (España): Siempre que jugó de titular lo hizo de falso 9 y salvo en momentos muy puntuales rindió muy bien. Aportó soluciones ejerciendo de apoyo, trazando movimientos extraordinarios y haciendo gala de su clarividencia en el pase y poder de asociación. Y además llegó al gol. Demostró ser un futbolista capaz de todo.