Iniciada formalmente la acción, a continuación te presnetamos las Notas de la jornada número 1 de la Eurocopa 2012 organizada en forma conjunta por Polonia y Ucrania.
Grecia, con el estilo de siempre
Aunque materializado el adiós de Otto Rehhagel, quien concluido el Mundial de Sudafrica dejó su puesto de entrenador tras nueve años al mando, el portugués Fernando Santos inició un nuevo ciclo, nuevamente quedó demostrado que el estilo de juego poco visto y agradable con el que la selección griega conquistó contra todo pronóstico la Euro 2004 y afronta cada uno de sus encuentros sigue perdurando.
Ante Polonia el equipo regaló la iniciativa sin ruborizarse y confiando en su sistema defensivo se echó hacia atras e hizo lo posible por quitarle espacios a su rival, esperando que un error rival le permita usufructuar algunos de sus escasos acercamientos al área contraria y resurgir.
Un error que llegó con Polonia en ventaja gracias al tanto de Robert Lewandowski y disfrutando de estar con un hombre más y que a Dimitrios Salpigidis le permitio marcar una igualdad que hasta pudo transformarse en una victoria si Giorgos Karagounis hubiera acertado desde los doce pasos. Confiarse ante este Grecia que auna la curiosa virtud de sacar agua de las piedras pasa a ser un pecado.
Lewandowski mostró sus credenciales
El goleador del campeón Borussia Dortmund inició su recorrido en una Eurocopa en la cual se espera mucho de el y sin que la presión por rendir a un buen nivel le juege en contra demostró que su rol de estrella absoluta del combinado polaco lo tiene muy bien ganado.
Junto a Lukasz Piszczek y Jakub Blaszczykowski, sus compañeros en el Dortmund, fue de lo mejor de la irregular e inestable Polonia. Y no solo por el gran gol de cabeza que anotó, que no hizo más que dar cuenta de su eficacia, sino también por sus movimientos tanto dentro como fuera del área y su gran capacidad para jugar de espaldas y proteger el balón.
Velasco Carballo y el primer gran error arbitral
En tiempos en lo que gira mucho polémica en torno a los arbitrajes y desde la Uefa se suceden recomendaciones para que se reduzca el grado de equivocación, bastó con el primer encuentro para que surga el primer gran error de un juez en la presente Eurocopa.
El protagonista fue el árbitro español Carlos Velasco Carballo, que en el marco del encuentro inaugural se equivocó de forma grosera al expulsar al griego Sokratis Papastathopoulos, a quien le mostró la amarilla a los 34 minutos tras una acción en la que no existió falta alguna a Lewandowski y a los 44 expulsó por ver otra infraccion que no fue tal ante Rafal Murawski.
“Llegar a la Eurocopa me llena de felicidad. Es una responsabilidad, puesto que estare rpresentando al arbitraje español”, dijo hace un tiempo atrás. Lamentablemente para el, su primera paticipación en el certamen como representante del país que defiende el título no fue la más feliz.
Arshavin-Dzagoev, una pareja que ilusiona
Disimiles en cuanto a edad pero no a talento, Andrei Arshavin y Alan Dzagoev aprovecharon la oportunidad que Dick Advocaat le dio de jugar juntos y completando actuaciones superlativas, de esas que no venian teniendo ultimamente en sus clubes, guiaron de forma sublime a una brillante selección rusa que arrollando a la República Checa se transformó en la gran ganadora de la jornada.
Ambos disfrutaron de tiempo para pensar y aprovecharon muy bien las incomprensibles licencias otorgadas por el once conducido por Michael Bilek en el centro del campo, desde el que cambiaron el ritmo de forma explosiva e iniciaron cada una de las maniobras ofensivas del equipo, a veces eligiendo cerrarse para permitir que otros compañeros progresen por las bandas, dando cuenta de muchísima frescura y lucidez en cada toque.
Para Arshavin, de vuelta en Zenit tras no haber terminado de saldar las expectativas en el Arsenal, fue una buena forma de comenzar a reencontrarse con su mejor nivel. Y para Dzagoev, que además de desequilibrio aportó dos goles, de dar por fin ese paso que le permita dejar de ser una promesa para transformarse en una realidad. Con ambos congeniando asi bien vale apostar por esta Rusia.
República Checa y la complejidad de la transición
Invadida por recuerdos ya lejanos, como los de 1996 en Inglaterra y 2004 en Portugal, ediciones del certamen en las que brilló la generación liderada por Karel Poborsky y Pavel Nedved, República Checa hizo su estreno en el campeonato dando claras muestras de que aun no ha podido terminar de llevar a cabo su transición.
Fue un reves comprensible desde todo punto de vista el sufrido ante Rusia. Especialmente desde aquel que marca que como en años anteriores el equipo volvió a confiar en la experiencia de jugadores como Jaoslav Plasil, Tomas Rosicky y Milan Baros, inexplicablemente titular, de actuaciones deficientes y llenas de ocuridad, que lejos estan de marcar un camino por el cual transitar.
Solo representó una buena noticia la irrupción de Vaclav Pilar, del Viktoria Plzen, autor del gol del descuento y único de los de sangre joven en alinear de titular, que aunque aportó luz no fue suficiente. Lo dirá el tiempo, pero la sensación es que de esta forma todo volverá a costarle demasiado al seleccionado. Como en Austria y Suiza.