El fondo permanente sustituirá al mecanismo temporal de 750.000 millones de euros que se creó en mayo para asistir a los países con problemas para refinanciar su deuda.
"Este mecanismo anticrisis es una gran prueba de solidaridad que va en la dirección de un euro estable y en una Europa estable", ha dicho la canciller alemana, Angela Merkel a su llegada al encuentro de líderes europeos del Partido Popular Europeo (PPE) previa a la cumbre.
"Cada país tiene que demostrar solidaridad y debe asumir sus responsabilidades", ha añadido Merkel.
El cambio consiste en introducir una frase en el artículo 136 del Tratado, que versa sobre la eurozona, en la que se dice que "los Estados miembros cuya moneda es el euro pueden crear un mecanismo de estabilidad que se activará si es indispensable para salvaguardar la estabilidad de la eurozona en su conjunto. La concesión de cualquier ayuda financiera del mecanismo estará sujeta a condiciones estrictas".
Finalmente no se ha introducido en el texto del Tratado una referencia a que este mecanismo se utilizará sólo "como último recurso", tal y como pedía en principio Alemania, explicaron las fuentes. Los Veintisiete han elaborado además una declaración política de apoyo al euro.
La reunión de líderes europeos se ha desarrollado en un "ambiente relajado" que contrasta con la tensión con la que se vivió el Consejo Europeo celebrado a finales de octubre, según explicaron fuentes diplomáticas. En ella se han discutido todas las iniciativas propuestas en las últimas semanas para frenar la crisis de deuda de la eurozona, pero sólo se han adoptado decisiones sobre el fondo permanente.
Los Veintisiete encargarán ahora a los ministros de Economía de la UE que definan antes de marzo todos los detalles del mecanismo permanente, como su dotación o las condiciones de uso. Y en el Consejo Europeo de marzo procederán a su adopción, tras recibir la opinión de la Comisión, el Banco Central Europeo y la Eurocámara.
Todos los Estados miembros deberán ratificar los cambios en el Tratado antes de finales de 2012 y, como se interpreta que el mecanismo no supone una cesión de poderes a la UE, se espera que ni siquiera Irlanda deba convocar un referéndum. La modificación entraría en vigor en enero de 2013 y el mecanismo permanente funcionará desde junio, cuando expire el actual, que está dotado con 750.000 millones de euros.
La principal novedad del fondo permanente es que contemplará la participación, "caso por caso" y "como último recurso", de los bancos privados cuando haya que asistir financieramente a algún país de la eurozona. Es decir, se abre la puerta a que se apliquen descuentos a los bonos de deuda pública si el Estado no puede pagar.
El acuerdo, alcanzado por los ministros de Economía el pasado 28 de noviembre, suaviza las pretensiones iniciales de Alemania, que exigía la participación del sector privado en todos los rescates, lo que según ha denunciado España agravó la crisis de deuda de la eurozona en noviembre y precipitó el rescate de 85.000 millones de euros para Irlanda.
Rechazo a los Eurobonos
Además de aprobar el cambio de Tratado, los líderes europeos han discutido otras posibles soluciones a la crisis de deuda que vive la eurozona. La mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno han señalado que la emisión de eurobonos -propuesta por el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y por el ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti- no es una solución para la crisis actual, aunque varios se han mostrado dispuestos a estudiar esta iniciativa para el futuro.
Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, han liderado el rechazo a los eurobonos alegando que exigirían una modificación más profunda del Tratado y fomentarían la indisciplina fiscal. A ellos se ha sumado este jueves el primer ministro holandés, Mark Rutte, que ha señalado que este instrumento encarecería la financiación para los países con menor déficit.
Por su parte, el presidente de Hungría y próximo presidente de turno de la UE, Viktor Orban, ha dejado claro que el debate sobre los eurobonos "no forma parte del programa" de trabajo de la presidencia europea que dirigirá durante el primer semestre de 2011.
El viceprimer ministro checo, Karel Schwarzenberg, ha considerado "demasiado pronto" hablar sobre este asunto en la reunión de los 27 y el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, ha opinado que "no es realmente el momento de tomar una decisión al respecto" y ha advertido del riesgo de que la emisión de estos eurobonos afecte a países que sí mantienen su estabilidad fiscal.
El más entusiasta a favor de los eurobonos ha sido el primer ministro portugués, José Sócrates, pero incluso él ha admitido que no se trata de una solución a corto plazo.
"Los eurobonos son una buena idea. Yo hace mucho tiempo que defiendo los eurobonos. Es una idea que está haciendo su camino, que tiene que discutirse. Sería una medida de la mayor importancia para la defensa del euro", ha dicho Sócrates en declaraciones a la prensa a la entrada del Consejo Europeo.
Pero ha subrayado en que lo más importante ahora es que los líderes europeos se concentren "en lo que está encima de la mesa", es decir, en la creación del fondo de rescate permanente. A su juicio, la puesta en marcha de este mecanismo permitirá que la UE salga de la crisis "más fuerte".
Por su parte, el pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este jueves por una amplia mayoría de 458 votos a favor, 64 en contra y 45 abstenciones una resolución en la que respaldan la creación de una Agencia Europea de Estabilidad que emita bonos conjuntos para hacer frente a la crisis de deuda de la eurozona.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que la emisión de eurobonos es una idea "interesante" que permitiría reforzar el gobierno económico de la UE y "compartir riesgos". Pero cree que "para esta crisis no es una solución realista" porque sólo podría aplicarse a medio o largo plazo.
España es partidaria de flexibilizar el actual fondo de 750.000 millones de euros para que pueda utilizarse de forma más activa contra la crisis de deuda comprando bonos de los países atacados e incluso otorgando líneas de crédito preventivas antes de tener que llegar a un rescate.
Sobre la mesa de los líderes europeos se encuentra también la posibilidad de aumentar la dotación de este fondo para que no haya dudas en los mercados de que habrá suficiente dinero si España y Portugal necesitan ayuda. Lo ha pedido el BCE y también el Fondo Monetario, pero Alemania y Francia se oponen, por lo que no se espera un acuerdo en esta cumbre.
Eso sí, los jefes de Estado y de Gobierno podrían dar un mandato al presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para que explore todas estas opciones y presente sus conclusiones a principios de 2011. París y Berlín también han anunciado nuevas iniciativas contra la crisis de deuda para las primeras semanas del año.
(fuente:europa press)