Un informe, elaborado por el profesor Enrique Ruiz del Rosal hace un minucioso repaso por las cuentas públicas de la Iglesia católica, destacando cómo, en situación de privilegio, “sigue sacando cantidades enormes de dinero del erario público que se desvían para el fortalecimiento de sus múltiples actividades. Ello, sin que el Estado realice, a través del Tribunal de Cuentas o a nivel de transparencia en el Parlamento, una fiscalización de su destino y de su uso”. En efecto, la Iglesia católica en España, según la conclusión a la que llega la organización Europa Laica tras analizar en profundidad la última Memoria Anual de Actividades de la Conferencia Episcopal y comprobar los consiguientes privilegios fiscales, funciona “como un paraíso fiscal”.
Entre otras cosas, y según su propia memoria correspondiente al año 2017, la Iglesia recauda anualmente 335 millones de euros en donativos sin control fiscal, lo que supone un 36% de su financiación. El estudio, de más de un centenar de páginas, cifra en no menos de 11.600 millones de euros, más del 1% del PIB de España, el dinero que “se hurta” a los Presupuestos Generales del Estado con los distintos privilegios fiscales, patrimoniales y económicos de la Iglesia en nuestro país. Entre los puntos novedosos del informe se encuentra la información relativa al Fondo de Reserva de la Conferencia Episcopal, que incluye dinero de los fondos recibidos a través de la 'X' en la casilla del IRPF. Según Europa Laica, este dinero es utilizado en “inversiones fiscales” de cuyo contenido no se informa.Además de los 80 millones que la Iglesia se llevó en 2007, el fondo cuenta con otros 85 que no se han gastado en los últimos años (y cuyo destino tampoco se desglosa). En este punto, la organización se apoya en una investigación que la revista Tiempo publicó en enero de 2017, según la cual la Iglesia católica habría ingresado unos 23 millones de euros como consecuencia de sus múltiples inversiones financieras, que no habrían sido inferiores a 2.500 millones y que podrían llegar hasta los 5.000 millones. “Ninguna información acerca de esta cuestión se ofrece en la Memoria publicada por la Conferencia Episcopal”, lamenta el informe, que sí da cifras estimativas de los ingresos financieros de algunas diócesis. El informe no sólo culpa a la Iglesia católica de disfrutar de esta situación de “paraíso fiscal”, sino que también apunta a otro lado: “El responsable de la situación de privilegio económico que disfruta la Iglesia católica en España, denuncia Europa Laica, es el poder político y, por tanto, los sucesivos gobiernos de nuestra democracia desde hace 38 años”. Así, relata cómo “Felipe González concedió los conciertos educativos, la asignación tributaria, la exención del IVA o los acuerdos con las confesiones minoritarias; Aznar, el Plan de catedrales, la reforma de la Ley Hipotecaria que favoreció las inmatriculaciones, las dos casillas en el IRPF o la Ley de Mecenazgo; Zapatero, el acuerdo con la Iglesia para subir la financiación en el IRPF o la contratación indefinida del profesorado de religión; y Rajoy, la amnistía registral para las inmatriculaciones o la Ley Wert”. El problema, culmina Europa Laica, “sigue siendo la connivencia y el clamoroso silencio cómplice del Estado y de todas las Administraciones Públicas”. Y e objetivo debe ser poner coto “al presunto enriquecimiento injusto o a las cantidades desconocidas imposibles de cuantificar y procedentes de conciertos educativos o sanitarios, que sirven para financiar tanto sus actividades económicas como las asistenciales, así como a su propia estructura organizativa”.