Amnistía Internacional participa en las marchas del Orgullo LGBTI en España y pone en marcha una ciberacción contra la discriminación dirigida a los gobiernos europeos
78 países consideran ilegales las relaciones homosexuales y 7 condenan a muerte a estas personas.
Amnistía Internacional, como cada año, se une a la conmemoración del Día Internacional del Orgullo LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales), el próximo 28 de junio. En esta ocasión la organización quiere recordar que manifestaciones como las que se celebrarán en los próximos días en diferentes ciudades españolas, están perseguidas o prohibidas en algunos países de Europa del Este y Centroeuropa. En ellos, la identidad de género sigue siendo un tabú social que conlleva rechazo, discriminación y abuso hacia este colectivo, en muchos casos justificados por estamentos políticos, administrativos y medios de comunicación.
Amnistía Internacional pone en marcha una ciberacción en www.actuaconamnistia.com para pedir a los Gobiernos europeos que no discriminen a las personas LGBTI y persigan a los responsables de las agresiones contra este colectivo.
Invisibilidad y discriminación
A lo largo del último año, ha habido avances considerables en países donde se obstaculizaban las marchas organizadas por el colectivo LGBTI. En Eslovaquia se aprobaron leyes en las que se incluía la orientación sexual entre los motivos de protección frente a la discriminación. Tras diversos incidentes, la segunda marcha del Orgullo en Bratislava celebrada a principios de junio transcurrió con total normalidad y contó con la participación del alcalde de la ciudad y algunos parlamentarios. En Riga (Letonia), pese a las protestas, la última marcha del Orgullo celebrada el pasado 2 de junio se celebró sin problemas.
Por el contrario, sigue habiendo graves restricciones a la libertad de expresión y reunión en otros países. En mayo de 2012, activistas de los derechos del colectivo LGBTI eran detenidos en Moscú (Federación Rusa) cuando intentaban participar en actos públicos. La policía de Budapest (Hungría) ha prohibido la marcha del Orgullo prevista para el próximo 7 de julio. Y en Moldavia, aunque el pasado 12 de junio, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se ha pronunciado contra la prohibición de este tipo de marchas, recordando a las autoridades moldavas que estas prohibiciones van en contra de la Convención Europea para la Protección de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, cuatro ayuntamientos han vuelto a prohibir las marchas del Orgullo para este año.
“Estas prohibiciones, confirman el rechazo y la discriminación institucional hacia este colectivo. Un rechazo que en muchas ocasiones acaba en abuso, sin que las autoridades hagan nada por proteger a estas personas”, señaló Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
La homofobia institucional existente en algunos países europeos favorece la violencia y las agresiones constantes contra las personas LGBTI, ya sean verbales o físicas. Los crímenes de odio contra las personas LGBTI suponen una vulneración clara de sus derechos humanos.
El pasado 8 de mayo en Ereván (Armenia), dos jóvenes autodenominados “fascistas” lanzaron cócteles molotov contra un bar gay. Lejos de la condena por parte del Gobierno, las declaraciones homófobas de su portavoz, Eduard Sharmazanov justificaron la violencia: “Como ciudadano armenio y miembro del partido nacionalistaconservador, considero la rebelión de los dos jóvenes armenios contra los homosexuales completamente correcta y justificada”.
Esta justificación de actos violentos se ve refrendada por medidas políticas como las multas en Lituania por “denigrar valores morales constitucionales y los principios de las familas”. Países como Bulgaria y Macedonia no reconocen la orientación sexual como un posible motivo para cometer delitos de odio y el Parlamento de Italia, rechazaba en julio de 2011 un anteproyecto de ley sobre delitos homofóbicos y transfóbicos.
Pero además los crímenes contra el odio se perpetúan en otras zonas del mundo. En Chile, mientras Daniel Zamudio era asesinado el 27 de marzo de 2012, en el Parlamento se seguía debatiendo si en la futura Ley Antidiscriminación se debería incluir o no la orientación sexual y la identidad de género. Mientras que países como Colombia y Honduras siguen sin tomar medidas efectivas para investigar los crímenes que en estos países se cometen contra personas de este colectivo.
Homosexualidad como delito
Aunque a lo largo del último año hubo avances en relación con la descriminalización de la homosexualidad, en países como en Malawi, donde su presidente anunciaba en el Parlamento en mayo de 2012 que anularía las leyes que criminalizan la homosexualidad. Las relaciones homosexuales siguen siendo consideradas ilegales en 78 países. Y 7 países (Irán, Arabia Saudí, Mauritania, Somalia, Sudán, Pakistán, Yemen y los estados del norte de Nigeria) castigan la homosexualidad con la pena de muerte.
Uganda, Guyana, Bangladesh, Singapur, Maldivas, Bután y Nepal castigan la homosexualidad con penas de cárcel. En Camerún, en el nuevo Código Penal se imponen condenas de hasta 15 años por mantener relaciones homosexuales. Nigeria fue más allá cuando el Senado aprobó un proyecto de ley que impone penas de 14 años a uniones de personas del mismo sexo, y hasta 10 años de prisión por apoyar a grupos, desfiles o reuniones gays.
Pero el colectivo LGBTI, además de poder ser detenido en decenas de países en el mundo, puede sufrir todo tipo de coacciones, agresiones e incluso pueden ser sometidos a torturas y malos tratos en el momento de su detención. En Uganda, el Gobierno está intentando ilegalizar 30 ONG que defienden los derechos de las personal LGBTI. En Ghana, el ministro para la Región occidental ordenó a las fuerzas de seguridad detener a todos los gays y lesbianas que hubiera en el oeste del país, y exhortó a los propietarios e inquilinos de viviendas a denunciar a toda persona a la que considerasen sospechosa de ser gay o lesbiana. Y en Sudáfrica, aunque es el único país africano donde el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal, siguen aumentando las “violaciones correctivas”, especialmente a mujeres lesbianas, que no se investigan adecuadamente.
Desde diferentes organismos de Naciones Unidas se ha incidido en la prohibición de discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género. En diciembre de 2011, se presentaba en Naciones Unidas el primer informe sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género, donde se destacaba que “reconocer la igualdad de derechos de todas las personas no tiene por qué ser controvertido, ni implica la creación de nuevos derechos. Se trata de insistir en que todas las personas tienen derecho a disfrutar los ya existentes”.
El matrimonio es un derecho humano
Un año más, la Sección Española de Amnistía Internacional se suma a la movilización del próximo 30 de junio en Madrid, en conmemoración del Día del Orgullo LGBTI.
La marcha de este año, transcurre con el lema Matrimonio igualitario, destacando la preocupación de los colectivos LGBTI por el retroceso que podría suponer una sentencia contraria al matrimonio entre personas del mismo sexo. En España, desde hace más de 6 años, la ley 13/2005 de 1 de julio que modificaba el Código Civil para reconocer el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, está recurrida ante el Tribunal Constitucional, que sigue sin pronunciarse sobre este recurso.
“Amnistía Internacional está pendiente de esta sentencia y de las consecuencias que cualquier resolución pudiera tener en los derechos de miles de familias. Para la organización el matrimonio civil entre parejas del mismo sexo es una cuestión de humanos”, señaló Esteban Beltrán.
Nota de Prensa de Amnistía Internacional