Europa tras los pasos de china

Publicado el 10 enero 2013 por Alchavida
Un estudio realizado por Naciones Unidas ha revelado que el aborto de fetos de sexo femenino es cada vez más frecuente en Europa. No son sólo los países balcánicos los que los únicos que desean tener hijos varones. La tendencia es generalizada. El nacimiento de 105 varones por cada 100 niñas es valorado por los demógrafos como una proporción "normal". Estos cálculos se toman como referencia a través de un estudio que la ONU ha hecho público en donde se denuncia el aborto de fetos de sexo femenino como una tendencia en auge en Europa.
Ante este panorama, son muy de agradecer las palabras de Benedicto XVI en su Mensaje para la XLVI Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero de 2013. La construcción de la paz tiene que empezar por el respeto a toda vida humana: “El camino para la realización del bien común y de la paz pasa ante todo por el respeto de la vida humana, considerada en sus múltiples aspectos, desde su concepción, en su desarrollo y hasta su fin natural... La vida en plenitud es el culmen de la paz. Quien quiere la paz no puede tolerar atentados y delitos contra la vida.”
Posteriormente, cuando recibió recibió a los miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede  insistió en que “el aborto directo, es gravemente contrario a la ley moral”. El Papa hizo explícita referencia al “reciente fallo de la Corte interamericana de derechos del hombre, relativo a la fecundación in vitro, que redefine arbitrariamente el momento de la concepción y debilita la defensa de la vida prenatal”; esta sentencia exige a Costa Rica levantar la prohibición de las técnicas de fecundación artificial. Además, hizo mención implícitamente a la ofensiva abortista en todos los países de Latinoamérica, aunque no sólo en ellos, sino también en naciones como Irlanda: “Al mismo tiempo, compruebo con tristeza como en diversos países de tradición cristiana se pretenden introducir o ampliar legislaciones que despenalizan o liberalizan el aborto”.
Como muy bien recordaba el Papa, los auténticos trabajadores por la paz son los que aman, defienden y promueven la vida humana en todas sus dimensiones.