La adulación es lo que en términos vallekanos llamamos lameculos, y viene a ser algo como, no tengo lo que quiero me arrimo a quien lo tiene hasta que otro tenga lo que sigo queriendo y me arrimaré a él, da igual si para ello hoy estoy con A la disuelvo, y mañana con B y la refundo.
No, no me fío, no me gusta, que quien ha llegado a pactos, bloques, coaliciones y no ha hecho nada por que las condiciones políticas y sociales de su entorno sean objetivamente cambiantes y subjetivamente favorables en lo organizativo, ahora se convierta en un adalid de una “candidatura de lujo”, viciada y bloqueada desde un primer momento, y diga que nos callemos que estamos haciendo un flaco favor a la organización.
Creo que es hora de que los santa santorum den un paso atrás y dediquen sus esfuerzos a una militancia hambrienta de formación política.
Yo si voy a hacer campaña, como siempre, no he faltado a ninguna, pero que no me hagan comulgar con ruedas de molino y mucho menos quienes en su aventurerismo han disfrazado, disuelto, refundado, y vuelto a disfrazar, un proyecto político que va más allá que el de la adulación irresponsable.
No puedo estar más de acuerdo que lo publicado en la web de #SomosIU
P.D.: Mientras, Gollum afianza pactos con Ellalaraña. ¿Hasta dónde llegarán?