Menudo punto tener en Castellón el mega casino Eurovegas de Sheldon Adelson,el multimillonario estadounidense. Pero no es oro todo lo que reluce. Desconfío mucho de un señor que elige España con la que tenemos encima. Esta decisión no es gratuita, no es casualidad que el magnate haya puesto sus ojos en el país con mayor nivel de paro de la UE. Nuestra crítica y deteriorada situación económica y social posibilita el escenario ideal para que Adelsoninvierta y exija concesiones que van a flexibilizar el marco normativo legal de nuestro país. Promesas de miles de empleos cuando una de sus exigencias es modificar la Ley de Extranjería, privilegios legales para contratar personal extranjero, y además, modificar el Estatuto de los Trabajadores para acabar con los convenios. Habrá beneficios económicos en los municipios de alrededor: Adelson exige no pagar en dos años la Seguridad Social y exención de impuestos estatales, regionales y municipales. La cosa no acaba aquí. Para tener Eurovegas en Castellón, Madrid o Barcelona este señor millonario quiere un aval del Estado de 25 millones de euros para pedir un préstamo al Banco Europeo de Inversiones. Más. Cambio en la legislación de blanqueo de capitales y ventajas en la fiscalidad inmobiliaria y del suelo durante diez años. Y algo muy preocupante, autorización para la entrada de menores y ludópatas en los casinos y acabar con la Ley Antitabaco en el complejo. En fin, proyectos de esta envergadura generan una gran expectativa en la ciudadanía pero exigen enormes esfuerzos de gasto público para favorecer la inversión así como beneficios fiscales con los que los empresarios españoles ni sueñan. Ya tienen el apoyo político estatal y autonómico, están como locos. ¡No va más!