Eurovisión 2012: el buen camino.

Por Ireneu @ireneuc
¡Los décimos! Por primera vez desde 2004 España ha estado entre los diez primeros de la lista de 26 participantes de la final de este sábado, lo cual, visto lo visto, no es moco de pavo. El nivel de la edición de este año, celebrada en Azerbaiyán, ha sido muy equilibrado, con muy buenas voces, buenas canciones, gente muy guapa y lo que es más importante, que RTVE se lo ha tomado en serio, presentando por primera vez en muchos años una canción 100% eurovisiva y con una Pastora Soler que ha hecho una representación perfecta. ¿Que no se ha ganado? bueno..., pero estamos, ahora sí, en el camino.
Efectivamente, he de reconocer que la interpretación de Pastora Soler de "Quédate conmigo", ha sido de las que más me ha gustado de todo el festival, pero teniendo en cuenta que además de ser buenas canciones, han de gustar a un público muy heterogéneo que han llevado a la ganadora, Suecia, a ganar con la friolera de 372 puntos, el hecho de quedar en la décima posición con 96 puntos no está nada mal realmente.
Como en el fútbol, y como es típico en este país, donde la palabra autocrítica no existe en el diccionario, la culpa ha sido de los demás que no nos han votado, pero yo prefiero verlo como que realmente no hemos encontrado todavía el puesto dentro de los gustos europeos. Productos como el sueco "Euphoria" con una canción, muy buena y visual, con unos arreglos tecno-disco de gran calidad, o el más friki, pero pegadizo y entrañable espectáculo de las abuelas rusas con su "Party for everybody", han calado más en un público que ha de votar por estilos totalmente diferentes y el criterio final que lleva a la votación es lo que más llama la atención.
Pastora ha tenido que luchar contra la representante francesa Anggun con su "Echo" (aunque igual la conocerán más por su éxito del 1998, "Snow in the Sahara"), o unas espectaculares representantes italianas, bosnia, chipriota o griega, a cual más de mejor ver y mejor cantar, lo cual ha hecho atomizar todo el voto que nos pudiera favorecer. Por no hablar de la representante de Albania (con su grito tan prolongado y su moño tan exagerado), los de Islandia, Serbia, Noruega, etc, etc, etc...
Caso aparte son los casos de Moldavia -flojos para mi gusto-, Reino Unido -con un Engelbert Humperdink septuagenario un tanto pasado de moda-, Rumania -con la curiosidad de una canción en castellano- o la demostración de que segundas partes nunca fueron buenas con la participación nuevamente del duo de locos gemelos Jedward por Irlanda.
España, por su parte, ha presentado una canción melódica muy adaptada a un público europeo -¡por fin!- y muy bien interpretada por una Pastora Soler con un estilismo vaporoso y sugerente, al cual ha acompañado una magnífica puesta en escena. Posiblemente le ha fallado la cara bonita y la voluptuosidad de otras y otros concursantes que competían directamente. La igualdad y alta calidad del concurso han hecho el resto, y aunque alguno quiera añadir el amiguismo entre los países, lo que posiblemente nos duela no sea que los demás tengan amigos, sino que nosotros no los tengamos.
En definitiva, una muy buena actuación, esta vez sí, que no se ha recompensado debido a la extrema calidad de la mayoría de representantes. Sin embargo, creo que se ha encontrado el camino correcto. Esperemos que RTVE continue en esta vía y no tengamos que volver a padecer los lamentables espectáculos de otros años.
Ahora bien... se ha de querer, claro.

Así, vamos en buen camino.