Eutanasia: respuesta débil de las Iglesias

Por Protestantes @periodistadigit

CÉSAR VIDAL

Eutanasia (V)

En la última entrega señalaba los motivos por los que la sociedad alemana, con los matices que se desee, aceptó decisiones tomadas por el nacional-socialismo que afectaban a principios morales indiscutibles en terrenos como el de la legalización de la eutanasia. La pregunta que se impone, sin embargo, es por qué esa reacción generalizada no encontró una respuesta más firme y rápida por parte de las distintas confesiones religiosas.

En el caso de la iglesia católica, la causa está enraizada con su propia naturaleza jerárquica. Cuando Hitler y Pío XII suscribieron el Concordato, ambas partes creyeron obtener lo que deseaban aunque lo que deseaban era diametralmente opuesto. Para Pío XII, un papa esencialmente diplomático, se trataba de garantizar los derechos religiosos de los católicos en un régimen que consideraba muy similar al fascismo italiano de Mussolini.

Para Hitler, la finalidad era conseguir una capa de respetabilidad y, en no menor medida, controlar las reacciones de la iglesia católica. La realidad es que Pío XII tuvo que descubrir con amargura que la distancia entre Hitler y Mussolini no era pequeña y que no era lo mismo firmar los acuerdos de Letrán con el dictador italiano que el concordato con el cabo austriaco.

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