En un futuro próximo, la sociedad esta llena de robots. Unos cuantos son androides con aspecto humano, que hacen la vida más fácil a las personas, sobre todo en las tareas domésticas. Pero algo les falta, y son las emociones y la libertad. Alex (Daniel Brühl), es un exitoso ingeniero, que retorna a su hogar y a la universidad que le dio todo su saber, para cumplir un encargo: crear la inteligencia del primer niño robot, pero esta vez, con cierto libre albedrío, y con emociones. Para poder reflejar este carácter, busca un modelo, cuando topa con Eva, una alocada niña, que resulta ser su sobrina. Los padres de Eva, son la cuñada y el hermano de Alex, y entre los tres, hay un triángulo amoroso sin cerrar, y que los mantiene alejados.
El reparto esta bien equilibrado, y donde Daniel Brühl, y Alberto Ammann, quizá sean la parte más floja, aunque no lo hacen nada mal, solo que a veces parecen algo perdidos. El que impresiona, es sin duda Lluis Homar, creando al perfecto mayordomo robótico, calculando perfectamente para no caer en el ridículo. Y por supuesto, la debutante Claudia Vega, que una lástima hayan retirado de los Goya, los premios a los menores, pues esta interpretación merecía un premio. También tenemos a Marta Etura, que sabe encajar muy bien su personaje.
Ficha de Eva en Sensacine aquí.
Eva