Acostumbrados a las esplendorosas y despilfarradoras películas de género fantástico de los productores americanos, parece que cualquier otra cinta no va a estar a la altura de tamaños efectos visuales. En nuestro país hay muy buenas producciones en esta categoría y en ocasiones le dan una patada a tener unos efectos especiales exhuberantes y optan por fusionarlos con la realidad con una naturalidad pasmosa. Esta película es un claro ejemplo.
¿De qué va?
Alex Garel (Daniel Brühl) es un ingeniero cibernético que vuelve a su pueblo natal, donde vive su hermano David y Landa, para trabajar en un proyecto en el que desarrollar el software que dote de emociones a un robot. Alex tendrá que buscar un niño como modelo para crear un patrón emocional similar al carácter infantil e introducirlo en su prototipo. Eva es la hija de Landa y su hermano. Ella será la elegida para servir de molde para el mapa emotivo, una niña que se sale demasiado de lo común.
La crítica
Nos encontramos ante la primera película dirigida por Kike Maíllo. Un director novel formado en ESCAC, una de las más conocidas escuelas de cine del país. Esta escuela apuesta por los jóvenes talentos españoles, y viendo el resultado de este filme, no entiendo por qué el cine español no se reivindica un poco más.
Si para los americanos, generalizando, más CGI es sinónimo de más calidad, en 'Eva' es lo contrario. La película está plagada de efectos especiales camuflados con una cotidianeidad que roza lo rutinario. Lo normal en la realidad que nos presentan es que haya robots que nos sirvan de mayordomos, gatos eléctricos de compañía, etc.
El futuro que nos muestra Maíllo es muy cercano. Personalmente, me encanta esa sensación de evolución lógica. Nada de coches voladores, un coche de antaño pero con indicadores digitales de última generación, que se supone que en la época es de lo más baratillo. Las ciudades siguen igual, sin edificios metálicos de 300 metros de altura.
Me sorprendre la buena mano del director para generar esta atmósfera de llaneza dentro del marco de la cienca ficción. En resumen, los efectos especiales son perfectos. Una justa medida de ordenador y una textura bien fuisonada con equilibrio dentro de la realidad. Es la mayor baza de esta cinta que nos demuestra que se puede ser inovador con pocos detalles, pero con encierra un trabajo duro, laborioso y mucho talento.
La historia en cambio es sencilla. Un triangulo amoroso y de fondo el tema ético respecto a la creación de inteligencia artificial. La reflexión no busca nada nuevo. El tema lo hemos visto muchas veces, los pros y contras de robots que simulen la vida humana, que puedan tener en mayor o menor medida libre albedrío ¿Acabarían siendo peligrosos?
¿Podemos amar un ser que no tiene vida natural?
El argumento no nos es ajeno, pero el guión que han creado en 'Eva' es completo y cerrado. Unos personajes bien construídos, con unas interpretaciones a la altura. Claudia consigue la misma empatía hacia el espectador que siente Alex por ella. Lluis Homar es el mayordomo, un actor que interpreta a un robot. Que la idea no os desalente pues acierta con su actuación. Es un trabajo dificil al ser un personaje tan conocido. Consigue separar al actor real para darle un toque de ser animado sintéticamente.
Es un filme de visionado obligatorio. Si os gusta la ciencia ficción y el género fantástico la recomiendo encarecidamente pues vale la pena, de lo contrario os perderíais una gran película.
Información de más
- Es el primer largometraje de Kike Maillo.
- Originalmente había un prólogo de 22 minutos, que se situa 10 años antes de la acción. Finalmente se eliminó pero se puede visionar en el DVD.
- Claudia Vega fue elegida como protganosita tras 6 meses de busqueda, entre 3000 candidatos.
- Ganó el Goya a Mejor director novel. También ganó el premio a Mejores efectos especiales en el Festival de Sitges.
Nota final: 8