Casualidades de la vida, dos semanas atrás escribí un post dedicado justamente a esta nueva moda. Podéis leer mi anterior noticia pulsando AQUÍ.
Según la publicidad que ofrecía Bonaire, podíamos disfrutar del 23 al 26 de Julio de una "oferta gastronómica gourmet" servida en estos vehículos customizados con un aire totalmente renovado y divertido. Yo fui el primero que me sorprendí en ver como Bonaire organizaba un evento de estas características y lógicamente no me lo podía perder.
El evento estaba tematizado, lógicamente, con un aire americano. Tenían a un DJ pinchando en el medio de la plaza, además de contar con unas cuantas mesas para poder sentarte tranquilamente y comerte lo que te hubieras pedido en los famosos Food Trucks.
Hasta aquí todo parece bastante correcto. El problema viene en el "ingrediente" principal de este evento gastronómico: Los Food Trucks.
Lo que en principio se esperaba como una concentración de Food Trucks y de comida americana "gourmet", se convirtió en una simplona parada de 4 furgonetas decoradas.
Alrededor de esas mesas de madera y en medio de la plaza central de Bonaire, se encontraban 3 furgonetas de comida salada y una de dulce. Me hubiera gustado poder adornarlo con palabras más bonitas pero es que la "oferta gastronómica" que sirvieron no me lo permite.
Una furgoneta era la de las hamburguesas, otra la de los perritos y otra la de los bocadillos. Menos mal que había una con productos dulces variando un poco esta "extensa" carta....
Las decoraciones de las furgonetas estaban muy bien conseguidas, tenían un rollito vintage que las alejaba un poco del típico puesto de churros de barrio, pero en el interior seguía teniendo la misma esencia.
Seguro que todo el mundo se ha encontrado con las típicas caravanas o furgonetas que están estacionadas en las discotecas y que al salir de madrugada podías ver grandes colas para comprar hamburguesas, perritos calientes, patatas fritas, etc. Pues bien, esto es lo que ofrecían en este "evento gastronómico de Food Trucks", las mismas furgonetas pero cambiando el diseño.
Para mi fue una gran decepción. Me esperaba muchísimo más y no sé a quién echarle la culpa, si a Bonaire o a los propietarios de estas furgonetas, pero lo que podía haber sido un auténtico acercamiento a esta gran moda en auge, se convirtió en una venta de comida rápida sin nada nuevo que ofrecer.
Espero que se celebren más eventos gastronómicos, pero bien organizados y sobre todo asegurándose que lo que se publicita corresponde luego con la realidad, porque el resumen que puedo hacer de esta "mini concentración" es que aunque la mona se vista de seda, mona se queda.