Estos eventos son realmente positivos, ayudan a las personas a acercarse a profesionales de recursos humanos, les permiten establecer nuevos contactos que pueden ser de interés y permiten, en definitiva, encontrar una idea o un apoyo con lo que mejorar lo que se hace en búsqueda de empleo. Además contribuyen a mantener la motivación y el impulso necesarios.
Pero no todos los eventos han venido a aportar. Hemos asistido a experiencias calamitosas e incluso a estafas, bien porque sólo respondían a objetivos de marketing (político, organizacional o personal) bien porque se trata de primeras experiencias a veces organizadas desde muy lejos de la actividad económica o con propuestas de poco interés.
Y alguna vez la cosa ha acabado en desastre, con muchas personas haciendo colas inmensas llenas de falsas esperanzas, sin recibir aporte de ningún tipo después de empeñar su tiempo, su dinero y sus energías. Esto, por cierto, ha causado mucho daño a aquellos eventos que aportan, que consiguen que las personas obtengan resultados de uno u otro tipo.
En mi caso concreto he participado en la organización de algunos eventos ligados más al compromiso con la situación que a ninguna otra motivación. Como participante hacía más de un año que no iba a ninguno. Tuve una última mala experiencia que me prometí no volver a sufrir. Daba una breve charla taller al inicio del evento y la cola que divisaba desde mi posición tenía el mismo inmenso tamaño cuando empecé que cuando acabé una hora después.
Pero en estos últimos meses del año me han dado la oportunidad de participar en un par de eventos nuevamente. En ninguno de los casos había intermediación ni intercambio de CV, sólo citas concertadas, sesiones informativas y formativas con un público previamente confirmado e interesado.
El Foro de Intermediación de Santiago de Compostela fue uno de los que me dieron la oportunidad de participar. Un evento con las personas muy bien distribuidas en presentaciones, ponencias y talleres según sus propios intereses. Un evento con espacios reservados para poder hablar directamente con empresas y profesionales que aportan información valiosísima sobre el mercado de trabajo y los procesos de contratación.
Fue un placer participar pero, sobre todo, fue una grata sorpresa ver como se pueden crear foros que respondan a las personas que sufren el principal problema del país, sin utilizarlas y con el único objetivo de aportar.
El resultado, desde mi modesto punto de vista, es muy bueno. Eventos sin masificación en los que puedes conocer personas y acercarte a profesionales clave para tu búsqueda de empleo.
Ya en este mes de diciembre colaboré con un networking de pequeño formato, unas treinta personas y cuatro profesionales de selección y consultoría de RRHH. Fue en Gondomar, un ayuntamiento cercano a Vigo, donde resultó muy grato comprobar el feedback final.
Así que en estos días en los que se anuncia el final de la PinkSlipParty, me ha parecido un buen momento para señalar las posibilidades que dan los eventos de empleo bien organizados. Experiencias como las que comento siguen siendo de mucho valor y muy necesarias para quien está en búsqueda de empleo. No hay que olvidar que a veces las personas desempleadas tienen la sensación de encontrarse en un inmenso desierto, muy alejadas del mercado de trabajo y de la actividad social en general. Foros como estos pueden jugar un papel fundamental en este sentido, además de contribuir a mejorar competencias como la comunicación y la presentación profesional.
Con objetivos definidos, dirigidos a mejorar la comunicación, los contactos y, en definitiva, a contribuir, se pueden organizar con muy buenos resultados. Sigamos proponiendo actividades en torno al empleo, pero fijémonos en los modelos que mejor resultan, aprendamos de las iniciativas más eficientes y no repitamos errores infames.