El lunes terminó la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Como todos los años pululó una cantidad impresionante de gente por el predio de La Rural. No voy a hacer números porque no es la idea de este espacio pero si quería contarte un poquito sobre lo que yo estuve haciendo por ahí.
Visité la Feria con una amiga escritora. Vimos libros miniatura, nos sorprendimos ante una cola de gente que esperaba para conseguir la firma de Quino y nos metimos de cabeza en algunos Stand, en especial el de la editorial Bajolaluna que siempre tiene títulos interesantes. Además, me acerqué al stand de Galerna y le hice una foto a Todas las mañanas un muerto (La Letra Eme, 2014), mi libro de cuentos que estaba ahí a la venta.