El presidente boliviano renovó su mandato por otros seis años, y las primeras informaciones indican que podría tener dos tercios de las bancas de ambas cámaras. En el aniversario de la llegada de Colón a América, el mandatario indígena superó el 60% de los votos y consiguió gobernar hasta 2020. Cuáles son los claroscuros de estos ocho años y qué se puede esperar de los próximos cinco.
Con voto obligatorio y en una jornada inédita en la que casi 6 millones de bolivianos estaban habilitados para votar, Evo Morales se aseguró un mandato hasta 2020 con un amplio apoyo.
En segundo lugar, el candidato opositor por Unidad Demócrata (UD), Samuel Doria Medina, alcanzó el 25 por ciento de los votos.
Lejos del discurso rígido e intransigente de las expropiaciones, un relajado Morales dijo que los resultados de los comicios son producto de las luchas sociales y que en adelante trabajará en conjunto con la oposición porque “el pueblo no quiere confrontación”.
Y todo esto en el aniversario de la llegada de los españoles a América.
Pero, ¿Qué hizo Evo para obtener estos resultados envidiables para cualquier político?
EL YIN
- En el país andino la inflación se mantuvo en el orden del 5% por ocho años. Un dato asombroso teniendo en cuenta que el crecimiento fue de 6,78% en 2013 y sobre todo si se lo compara con algunas naciones del vecindario, como Venezuela o Argentina, que tienen inflaciones de más del 30% anual.
– Con la nacionalización de los hidrocarburos en 2006, el Estado recibió nuevos ingresos que permitieron construir hospitales, escuelas y aeropuertos.
– Desde 2006, la deserción escolar bajó un 7% y creció la educación, tanto que la UNESCO reconoció al Estado Plurinacional por sus esfuerzos por erradicar el analfabetismo.
– Con 10 millones de habitantes, un 62% de la población de Bolivia son indígenas y campesinos. En el Estado Plurinacional conviven 36 grupos étnicos. Debido a su origen amerindio y uru-aimara, Evo logró representar a las comunidades originarias. Esto no había sucedido antes en la historia de Bolivia.
– Reformó la Constitución para lograr mayor representatividad e incorporar nuevos derechos. La Carta Magna fue aprobada con 2.064.397 votos, correspondientes a un 61,43% del total. El “no” alcanzó 1.296.175 sufragios (es decir, un 38,57%). De este período transicional nace el tercer mandato de Evo, que con la actual Constitución no sería posible ya que sólo se permite una reelección.
EL YANG
-Los aspectos más débiles del gobierno de Morales han sido la inseguridad, el creciente tráfico de drogas, la desocupación y falta de oportunidades para los jóvenes. Además en Bolivia la pobreza extrema que se mantiene en el orden del 20%.
-La oposición especula con que, después de haber tenido tres mandatos consecutivos, haya un nuevo intento por reelegirse y que antes de 2020 se vuelva a reformar la Ley Electoral para seguir en el poder.
– A pesar de su vocación de corte izquierdista, gran parte de su éxito se lo debe a la explotación de los hidrocarburos y la minería altamente contaminante, que son la principal materia prima del Estado Plurinacional.
-El 32% de los bolivianos recibe algún tipo de plan social. Este punto bien podría estar en la columna de los aspectos positivos, pero supone un enorme gasto estatal que solamente es sostenido por un crecimiento alto. Además a veces estas ayudas promueven el asistencialismo, la corrupción y las prebendas.
… Y EL FUTURO
Según el FMI, Bolivia podría lograr este año un crecimiento del PIB del 6,5%, el mayor en la región.
Sin embargo, Bolivia tiene dos socios latinoamericanos muy importantes: Brasil y Argentina. Ambos encaran transformaciones políticas y esto podría no sólo cambiar sus relaciones internacionales, sino también influir sobre la economía. Además, el tercer socio de los bolivianos, Estados Unidos, también atraviesa transformaciones, pero de corte energético. En el futuro, podría depender menos de las importaciones de gas y petróleo, afectando seriamente a los exportadores como Bolivia y Venezuela.
Otro de los grandes desafíos de Morales será la erradicación de la pobreza y el control del narcotráfico, que crece con fuerza en el Sur latinoamericano desde el “saneamiento” colombiano.
Además, deberá continuar dirimiendo sus disputas internacionales con Perú y Chile para ver si logra tener, como anhelan todos los bolivianos, una salida al Océano Pacífico.
A favor, tendrá el amplio apoyo popular y una asamblea que, según indican los datos preliminares, habría llegado a los dos tercios de oficialistas.