La selección artificial funciona según este modelo genérico: una especie de perro en una cultura de pastores, el paso del tiempo hace que los pastores con información consciente (ver los individuos con mejor conducta en las labores de pastoreo) seleccionan a los perros que les pueden ayudar en su tarea, al final obtienen una raza o subespecie muy bien adaptada a la tarea que desempeñan. Otro tipo de actividad en el que se puede plantear esta tripartición de evolución, información y tiempo son las actividades técnicas tanto para una obra concreta como para entender el desarrollo de una profesión o de una técnica de fabricación. Por ejemplo, la fabricación de un artefacto cualquiera supone la forma de otros fabricados, la información implícita del que las fabrica, el desarrollo que va a llevar a cabo o está llevando, y la fabricación final del artefacto o del bien de consumo, un zapato, una vivienda, máquina están inmersos en la nueva información que puede producirse en el desarrollo y que varía algo el producto final (el grado de admisión de nueva información en la producción está directamente relacionado con la mayor capacidad técnica de una sociedad, paradójicamente los artesanos introducirían variaciones significativas entre productos particulares del mismo tipo, sin embargo, la producción industrial se caracteriza por eliminar a la mínima expresión tal variación, pero este control permite, sin embargo, el control de las variaciones en los tipos, en las estructuras o modelos). Un último ejemplo, también se da este tipo de relación en otras actividades aunque de manera más difuminada y quizá más difícil de ver. El ejemplo, puede ser el del mismo zapatero o artesano, o incluso el de un animal (un chimpancé, por ejemplo). En el caso del artesano a éste se le supone un saber concreto antes de fabricar algo, este saber lo conforma, lo identifica, como artesano, ahora bien, el proceso de fabricación de los sucesivos productos hace que la nueva información en mayor o menor grado de calidad, hacen que la conformación inicial como artesano varíe (es si se quiere una forma de ver lo que denominamos aprendizaje), de nuevo tenemos el tiempo como una dimensión en el que toda evolución o desarrollo va de una forma a otra, y la información que entra a formar parte de tal desarrollo. En el caso de los animales el ejemplo es similar, el chimpancé joven que aprende con un adulto a partir frutos con ayuda de piedras supone una forma inicial, un desarrollo que se da en el tiempo, e información que variará en ese mismo proceso.De esta manera la evolución designa un proceso que va de una forma a otra o variaciones de la misma forma, información que por el mismo significado del verbo informar necesariamente ha de provocar algún cambio, por mínimo que sea dicho desarrollo, y por último el tiempo como dimensión distinta a ambas, que posibilita que lo no formado, lo potencial, lo determinable sea informado. Este esquema es aristotélico, y aunque Aristóteles no pueda decirse que fuera un autor defensor de la evolución (en sentido darwinista o filogenético), la ligera modificación que hemos hecho permite que la teoría de Aristóteles pueda ser aplicada a la evolución misma.¿De qué manera puede hacerse esto? En primer lugar, suponer cierta continuidad en los procesos biológicos, los de biología molecular tan importantes para entender la evolución biológica, los procesos conductuales, los que van de las conductas más simples de algunos seres vivos hasta la sofisticación de las conductas de chimpancés, delfines y otros, y los procesos tecnológicos protagonizados por el ser humano, continuidad en la medida que se supone en todos ellos una evolución (en su sentido de des-enrrollar, por lo que hay una forma inicial y una forma final), tiempo del desarrollo mismo (tiempo que está por determinar, es decir, es en cada caso determinable) y por último, información (que tiene un sentido negativo ya que se supone que de la forma inicial a la forma final hay un proceso de dar forma que por muy determinada que esté desde el principio su temporalidad o duración hace que esta tercera instancia haya de ser tomada en cuenta y revisada después por si la forma final, no puede explicarse enteramente por la forma inicial). Los conceptos en Aristóteles son los de forma, sujeto y privación. Por supuesto que modificados, la forma es la forma inicial el sujeto, en este caso, en la que hay un cambio sustancial, la materia es el tiempo mismo, por lo que defendemos la identidad materia-tiempo, y por último, la privación - que significa ausencia de forma que se ha de adquirir - se sustituye por algo más positivo en el orden ontológico, información, aunque desde el punto de vista gnoseológico sea desconocido de antemano, sólo podemos hacernos una idea de tal in-formación, una vez con-formada la nueva forma, la ausencia que designaba la privación, es ahora una suerte de plenitud virtual y dinámica.La terminología de la teoría de las causas de Aristóteles sirve en este caso pero con alguna rectificación en su uso. En primer lugar Aristóteles diferenciaba una causa formal que puede entenderse como aquella causa que hace que algo tenga una forma, el chimpancé que aprende, el zapato concreto que hace el artesano, etc., siempre está referida algún particular, si se habla de los chimpancés como especie, o ese tipo de zapato que ha hecho el artesano, es una causa formal derivada o segunda, es la forma más bien de Platón. Para nuestro propósito la noción de forma que defenderemos y que es más acorde con la biología actual es la de Platón y la forma por tanto es la del chimpancé como especie. Aristóteles criticaría que las formas no son ideales sino la de los seres concretos, y aunque la crítica es cierta, nuestro punto de vista es que la forma aristotélica está designando un problema que no puede resolverse definitivamente más que como aproximación, por ejemplo, nunca sabremos cuál es la forma verdadera de Sócrates, porque su forma se confunde con el sentido de la vida de Sócrates que se confunde con el sentido de nuestras vidas que leemos y pensamos sobre lo que hizo, y lo que dijeron sobre Sócrates, pero si que podemos decir cuál es la forma verdadera de la especie chimpancé y cuál es la forma verdadera de la especie homo sapiens, aunque no tengamos un conocimiento exhaustivo de las mismas, pero si suficiente para completar la forma de tal especie (Aristóteles entiende forma como acto, actividad en un sentido de movimiento acabado o completado, propio de los individuos y no de las especies que son idealizaciones de tal actividad, pero en todo caso señala el carácter dinámico de la forma, eidos) . En tiempos de Darwin la forma verdadera de las especies estaba lastrada por la falta de conocimiento de la biología molecular. Aunque el concepto de especie que manejaban y que debían principalmente a Buffon (aunque éste no defendiera la evolución y estuviera más cerca de defender una postura fijista de las especies), era suficiente para imaginar cómo la evolución originaba especies (formas, estructuras) nuevas.
La selección artificial funciona según este modelo genérico: una especie de perro en una cultura de pastores, el paso del tiempo hace que los pastores con información consciente (ver los individuos con mejor conducta en las labores de pastoreo) seleccionan a los perros que les pueden ayudar en su tarea, al final obtienen una raza o subespecie muy bien adaptada a la tarea que desempeñan. Otro tipo de actividad en el que se puede plantear esta tripartición de evolución, información y tiempo son las actividades técnicas tanto para una obra concreta como para entender el desarrollo de una profesión o de una técnica de fabricación. Por ejemplo, la fabricación de un artefacto cualquiera supone la forma de otros fabricados, la información implícita del que las fabrica, el desarrollo que va a llevar a cabo o está llevando, y la fabricación final del artefacto o del bien de consumo, un zapato, una vivienda, máquina están inmersos en la nueva información que puede producirse en el desarrollo y que varía algo el producto final (el grado de admisión de nueva información en la producción está directamente relacionado con la mayor capacidad técnica de una sociedad, paradójicamente los artesanos introducirían variaciones significativas entre productos particulares del mismo tipo, sin embargo, la producción industrial se caracteriza por eliminar a la mínima expresión tal variación, pero este control permite, sin embargo, el control de las variaciones en los tipos, en las estructuras o modelos). Un último ejemplo, también se da este tipo de relación en otras actividades aunque de manera más difuminada y quizá más difícil de ver. El ejemplo, puede ser el del mismo zapatero o artesano, o incluso el de un animal (un chimpancé, por ejemplo). En el caso del artesano a éste se le supone un saber concreto antes de fabricar algo, este saber lo conforma, lo identifica, como artesano, ahora bien, el proceso de fabricación de los sucesivos productos hace que la nueva información en mayor o menor grado de calidad, hacen que la conformación inicial como artesano varíe (es si se quiere una forma de ver lo que denominamos aprendizaje), de nuevo tenemos el tiempo como una dimensión en el que toda evolución o desarrollo va de una forma a otra, y la información que entra a formar parte de tal desarrollo. En el caso de los animales el ejemplo es similar, el chimpancé joven que aprende con un adulto a partir frutos con ayuda de piedras supone una forma inicial, un desarrollo que se da en el tiempo, e información que variará en ese mismo proceso.De esta manera la evolución designa un proceso que va de una forma a otra o variaciones de la misma forma, información que por el mismo significado del verbo informar necesariamente ha de provocar algún cambio, por mínimo que sea dicho desarrollo, y por último el tiempo como dimensión distinta a ambas, que posibilita que lo no formado, lo potencial, lo determinable sea informado. Este esquema es aristotélico, y aunque Aristóteles no pueda decirse que fuera un autor defensor de la evolución (en sentido darwinista o filogenético), la ligera modificación que hemos hecho permite que la teoría de Aristóteles pueda ser aplicada a la evolución misma.¿De qué manera puede hacerse esto? En primer lugar, suponer cierta continuidad en los procesos biológicos, los de biología molecular tan importantes para entender la evolución biológica, los procesos conductuales, los que van de las conductas más simples de algunos seres vivos hasta la sofisticación de las conductas de chimpancés, delfines y otros, y los procesos tecnológicos protagonizados por el ser humano, continuidad en la medida que se supone en todos ellos una evolución (en su sentido de des-enrrollar, por lo que hay una forma inicial y una forma final), tiempo del desarrollo mismo (tiempo que está por determinar, es decir, es en cada caso determinable) y por último, información (que tiene un sentido negativo ya que se supone que de la forma inicial a la forma final hay un proceso de dar forma que por muy determinada que esté desde el principio su temporalidad o duración hace que esta tercera instancia haya de ser tomada en cuenta y revisada después por si la forma final, no puede explicarse enteramente por la forma inicial). Los conceptos en Aristóteles son los de forma, sujeto y privación. Por supuesto que modificados, la forma es la forma inicial el sujeto, en este caso, en la que hay un cambio sustancial, la materia es el tiempo mismo, por lo que defendemos la identidad materia-tiempo, y por último, la privación - que significa ausencia de forma que se ha de adquirir - se sustituye por algo más positivo en el orden ontológico, información, aunque desde el punto de vista gnoseológico sea desconocido de antemano, sólo podemos hacernos una idea de tal in-formación, una vez con-formada la nueva forma, la ausencia que designaba la privación, es ahora una suerte de plenitud virtual y dinámica.La terminología de la teoría de las causas de Aristóteles sirve en este caso pero con alguna rectificación en su uso. En primer lugar Aristóteles diferenciaba una causa formal que puede entenderse como aquella causa que hace que algo tenga una forma, el chimpancé que aprende, el zapato concreto que hace el artesano, etc., siempre está referida algún particular, si se habla de los chimpancés como especie, o ese tipo de zapato que ha hecho el artesano, es una causa formal derivada o segunda, es la forma más bien de Platón. Para nuestro propósito la noción de forma que defenderemos y que es más acorde con la biología actual es la de Platón y la forma por tanto es la del chimpancé como especie. Aristóteles criticaría que las formas no son ideales sino la de los seres concretos, y aunque la crítica es cierta, nuestro punto de vista es que la forma aristotélica está designando un problema que no puede resolverse definitivamente más que como aproximación, por ejemplo, nunca sabremos cuál es la forma verdadera de Sócrates, porque su forma se confunde con el sentido de la vida de Sócrates que se confunde con el sentido de nuestras vidas que leemos y pensamos sobre lo que hizo, y lo que dijeron sobre Sócrates, pero si que podemos decir cuál es la forma verdadera de la especie chimpancé y cuál es la forma verdadera de la especie homo sapiens, aunque no tengamos un conocimiento exhaustivo de las mismas, pero si suficiente para completar la forma de tal especie (Aristóteles entiende forma como acto, actividad en un sentido de movimiento acabado o completado, propio de los individuos y no de las especies que son idealizaciones de tal actividad, pero en todo caso señala el carácter dinámico de la forma, eidos) . En tiempos de Darwin la forma verdadera de las especies estaba lastrada por la falta de conocimiento de la biología molecular. Aunque el concepto de especie que manejaban y que debían principalmente a Buffon (aunque éste no defendiera la evolución y estuviera más cerca de defender una postura fijista de las especies), era suficiente para imaginar cómo la evolución originaba especies (formas, estructuras) nuevas.