Voy a explicarles las etapas del grafismo infantil de manera sencilla, no les hablaré de términos como: garabatos epicicloides, orden interoceptivo, sinonimia que les compliquen el café que seguramente se están tomando mientras leen el post , pero si quiero que entiendan porque es importante conocer estas etapas del grafismo infantil. Al final entenderán porque los niños SI deben salirse de la línea.
Aquí vale salirse de la línea. Ilustración de Pulgnulb en flickr
Hay un momento hacia los dieciocho meses que padres y maestros descubrimos los primeros trazos de los niños. Ya el lápiz no es aquel objeto para chupar y comer la punta ¡seguro que lo has visto! . Ahora el niño descubre y empieza a hacer sus primeros trazos "claritos". En esta etapa que va alrededor de los dieciocho meses a los tres años, establecen las bases psicomotrices comunes a dos sistemas de signos diferenciados: el dibujo y la escritura.Alrededor de los 18 meses los niños empiezan a interesarse por los lápices, creyones, pinturas, etc. Ya pueden tomar un lápiz y hacer garabatos desordenados o descontrolados. Estos primeros dibujos no tienen sentido; el niño a veces lo realiza mirando para otro lado, su función es sólo una descarga motora y el placer del movimiento. En esta primera etapa la actividad gráfica no es controlada perceptivamente. Si observas a un niño de esta edad, verás que lo primero que apreciamos es una satisfacción que se deriva de la acción, del movimiento. ¡El acto gráfico aún es accidental!
En este período por su acción psicomotora sus trazados suelen ser amplios, curvos y de rápida ejecución, que tienen su origen en los movimientos de rotación del brazo partiendo de las articulaciones del hombro y del codo y luego de la muñeca. Hacia los 24 meses podemos situar el momento en que el niño reconoce su gesto descubre la relación que hay entre los garabatos que realiza y el movimiento de su mano. En esta etapa la experimentación supera la expresión, comienzan a respetar el límite de la hoja y los garabatos fácilmente pueden ser diferenciados. Es la etapa que conocemos como garabateo controlado.
Con estas características se inicia la exploración y la conquista del espacio, hay control en la velocidad del trazo, puede cambiar de dirección (control cinestésico), puede fragmentar el trazo (ya que puede frenar durante la ejecución del trazo), todo ello como consecuencia de la madurez sensorio motriz. ¿Te has dado cuenta de la importancia del dibujo libre en el desarrollo de la psicomotricidad?
Entre los tres y cuatro años aparecen los primeros esbozos de la figura humana, conocida como “monigote u hombre célula”, ya existe un parecido entre el dibujo y la realidad. Sus dibujos están representados en un contexto y dibujan escenas a partir de su experiencia.
El uso del color en las primeras etapas tiene un papel secundario. Una vez que entra en la etapa del garabateo con nombre empieza a preferir colores de forma consciente, sin embargo éste no es realista: un hombre puede ser verde, la luna roja, un delfín multicolor, etc.
No existe una relación del color de forma intencionada, su uso responde más a su estado afectivo. Siempre hay que ser respetuoso en el uso del color, más de una vez he asistido a talleres infantiles de expresión plástica y he visto como los niños son obligados a usar un color desde la perspectiva adulta, algo totalmente reprobable.
En una ocasión en mis talleres; uno de mis alumnos dibujó un delfín saltando, hasta ahora es uno de los dibujos más bonitos que recuerdo ¿Por qué? te preguntarás. Era un delfín multicolor, entendí perfectamente su abanico de colores: ¿Es que hay un animal que transmita más alegría que un delfín? ¿Quién no se emociona viendo un delfín saltar? ¿Cómo expresar esa alegría de otra manera que no sea con colores?
A partir de los cuatro años se inicia el proceso de codificación en el cual el niño hace la correspondencia entre el dibujo y la realidad, puede nombra referentes como la casa, el árbol, el hombre, etc. (etapa presquemática).
Muchas veces, como adultos tendemos a interpretar el dibujo antes de que sea explicado por el niño. Recuerdo en una oportunidad uno de mis alumnos dibujó la figura de un hombre (era algo así):
Me pareció un hombre de espaldas con una capa (¿a ti también, cierto?) con lo cual pregunté (totalmente equivocada):
-¿Has hecho a Superman?-
-No profe, es el cura que ha venido esta mañana a mi casa- contestó.
Desde ese momento aprendí a que fueran ellos los que me hablaran de sus producciones.
Recuerdo un día en que mi hijo cuando tenía seis años dibujó un hombre con un ¡CUCHILLO! ¡Horror!. Me entró el pánico pensando en que tenía un problema de agresividad, enseguida y dramáticamente le pregunté, ¿por qué has dibujado un hombre con un cuchillo? (en mis adentros me preguntaba ¿por qué ha dibujado a un matón?). Me respondío con un tono totalmente normal: Es un hombre cortando frutas, una sandía o es que acaso no usamos el cuchillo todos los días para cortar el pan. Tranquilidad total... me he ahorré una visita al psicoanalista.
A partir de los seis años (realismo) en el periodo ya del pensamiento concreto, los dibujos asumen un carácter permanente y constante en sus representaciones, ya existe la capacidad de relacionar sus producciones dentro de un contexto o tema. Sus dibujos expresan su conocimiento del medio y su autoconcepto; están ligados al contenido emocional de su experiencia.
En esta etapa el uso del color corresponde más a la realidad, descubre que hay un vínculo entre el color y el objeto ¡Los árboles empiezan a ser verdes!
La creación debe ser una actividad que proporcione placer en un contexto libre para realizarse a su antojo. A través del dibujo el niño expresa la personalidad, los afectos y la relación con el mundo.
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