Y precisamente, eso fue lo que acaba de ocurrir en un paper recién publicado sobre la evolución del tamaño del cerebro de las aves, contando desde antes, desde los dinosaurios no avianos, como los "raptores" de las pelis. Pero en el estudio no sólo fueron a ver uno o dos cerebritos, sino que además de analizar más de 2,000 cerebros de aves modernas, se aventaron la gloriosa idea de comparar el tamaño de dicho cerebro con el tamaño corporal, en un esquema evolutivo.
Gracias a este estudio, se obtuvo una nueva métrica de comparación de cerebros, que depende del tamaño corporal (masa) de los organismos comparados. Porque puedes tener un cerebro de 1,800 centímetro cúbicos, que sobrepasa con creces a nuestros humanos 1,300 cc... Pero el dueño de esos 1,800 es un cachalote, por lo que no representa realmente una medida contrastada de dicho cerebro, pues se debe considerar el ponderarlo por la masa del animal.
Entre los resultados principales del estudio destaca que los paravianos no avianos (como Tsaagan mangas, antes reconocido como Velociraptor) y las primeras aves (avialanos como Archaeopteryx lithographica) poseían tamaños de cerebro similares, a pesar de sus diferencias de tamaño. También destaca que los dinosaurios no avianos más con mayor tamaño de cerebro eran los trodóntidos, como Zanabazar junior (antes Saurornithoides junior). Pero antes de que comiencen a pensar en dinosauroides humanoides reptilianos, cabe destacar que este gran cerebro también lo poseían (y considerando ya la escala) Tyrannosaurus rex y Alioramus remotus, ambos, tiranosáuridos.
Otra cosa interesante que muestra el estudio es que las aves se hicieron más listas (sus cerebros aumentaron de talla) después de la extinción K/Pg y que además, sólo dos grupos de aves muestran incremento considerable de tamaño cerebral: los Psittaciformes (pericos y parientes) y los cuervos (familia Corvidae). Sin embargo, estos Einsteins del mundo de las aves lograron esta proeza de forma opuesta. Los loros y parientes lo lograron reduciendo su tamaño corporal, pero manteniendo su volumen cerebral, mientras que los cuervos lo lograron volviéndose gigantes pero además, incrementando su masa cerebral.
Este estudio es el primero de su tipo, tanto por la inclusión de una muestra amplísima, como por la nueva aproximación que da mucha más luz al proceso evolutivo del tamaño del cerebro de los vertebrados. Esperemos que próximamente, el equipo esté planeando algo similar pero con mamíferos extintos, ya que sin duda, estos estudios son realmente importantes para entender mejor procesos relacionados con el tamaño del cerebro, como la complejidad de la conducta.
Fuente (artículo de libre acceso):
Kpsepka, D.T., Balanoff, A.M., Smith N.A., Zanno, L.E., et al. (2020). Tempo and Pattern of Avian Brain Size Evolution. Current Biology. 30(11): P2026-2036.E3. DOI: https://doi.org/10.1016/j.cub.2020.03.060