Evolución: huellas del pasado

Publicado el 15 abril 2010 por Sbelizon

¿Qué son los órganos vestigiales?

Quizás todos sepamos poner algún ejemplo concreto sobre los órganos vestigiales pero, ¿sabemos lo que realmente son y lo que se desprende de su pasado?. Los creacionistas suelen negar la interpretación de estos órganos o estructuras remanentes de la evolución, ansiosos por negar cualquier cosa que implique la idea del cambio niegan una de las evidencias más notables del hecho evolutivo. Dentro de algunas ballenas existen huesos de su pasado terrestre, en el pico de los embriones de los Emúes se hallan estructuras que recuerdan a los dientes, y en todos los mamíferos encontramos la plica semilunaris, un residuo vestigial de la membrana nictitante (el tercer párpado) en otros animales como aves y reptiles.

Pero veamos 5 ejemplos en humanos,

1. El órgano Vomeronasal
El órgano de Jacobson, conocido también como órgano vomeronasal es un órgano auxiliar del sentido del olfato en algunos vertebrados, todos los cuales son tetrápodos. Algunos reptiles como las serpientes lo usan para oler presas, Algunos pocos mamíferos utilizan un movimiento facial característico llamado reflejo de flehmen para enviar compuestos a este órgano.

Crédito de las imágenes: Wikipedia

Pero en la mayoría de animales se usa para la detección de feromonas a pesar de que algunas feromonas son detectadas por el órgano del olfato. En humanos no parece que tenga función alguna, parece que no existe conexión neuronal con el cerebro pero aún es un tema de acalorado debate.

Crédito de las imágenes: Wikipedia

2. Piel de gallina
Aunque la piel de gallina es un reflejo más que una estructura anatómica, es ampliamente considerado como un vestigio en los seres humanos. El reflejo pilomotor, se produce cuando el músculo que existe en la base de un folículo piloso se contrae, tirando del pelo. En las aves o los mamífero esto crea una capa aislante de aire caliente en una ola de frío, o una razón para un depredador que pensar dos veces antes de atacar. Pero el cabello humano es tan débil que es incapaz de cualquiera de estas funciones.
La piel de gallina en el ser humano puede, sin embargo, haber asumido un nuevo papel de menor importancia, vinculado quizás con las respuestas emocionales - sobre todo el miedo, la ira o el placer, por ejemplo, de escuchar música hermosa

3. Punto de Darwin
Tubérculo de Darwin o punto de Darwin, se encuentra en una minoría de personas y toma la forma de un nódulo o protuberancia cartilaginosa en el borde del oído externo, que se cree que es el vestigio de una “articulación” que permite la parte superior de la oreja ancestrales girar sobre la abertura de la oreja.

Crédito de las imágenes: Wikipedia
Técnicamente se considera un defecto congénito, el punto de Darwin no hace daño y se extirpa quirúrgicamente por razones estéticas solamente. Sin embargo, la genética detrás de él le dice una historia interesante. El rasgo se transmite de acuerdo con un patrón autosómico dominante, lo que significa que un niño sólo necesita heredar una copia del gen responsable de tener el punto de Darwin. Eso sugiere que en un momento fue muy útil. Sin embargo, también tiene una penetración variable, lo que significa que no necesariamente tienen el rasgo incluso si has heredado el gen. "La penetración variable refleja el hecho de que ya no es ventajoso".

4. Cola ósea o coxis
Yo diría que es el signo más revelador de nuestra pasada y extinguida “cola”. Un buen ejemplo, ¡si señor!, el coxis humano, que ha asumido una función modificada, especialmente para punto de anclaje de los músculos que sostienen el ano en su lugar.
El coxis humano se compone normalmente de cuatro vértebras rudimentarias fusionadas en un solo hueso, aunque no son raros, los casos donde, el coxis puede y suele consistir en desde tres hasta cinco segmentos óseos. Es más, hay más de 100 informes médicos de bebés que nacen con cola. Este atavismo  surge al parecer si la señal que normalmente detiene el proceso de elongación durante el desarrollo embrionario de vertebrados no se activa a tiempo, véalo aquí.

5. Muelas del juicio
La mayoría de los primates tienen las muelas del juicio (terceros molares), pero unas pocas especies, incluyendo los titíes y tamarinos, no tienen ninguno.
Las muelas del juicio son terceros molares vestigiales que los homínidos usaban para ayudarse a masticar el tejido vegetal. La postulación general es que las calaveras de los primeros homínidos tenían mandíbulas más largas con más dientes, que ayudarían a masticar el follaje compensando la incapacidad de digerir eficientemente la celulosa de que se compone la pared celular de las plantas. Según fue cambiando la dieta humana, se desarrollaron mandíbulas más cortas, aunque siguen apareciendo terceros molares, o "muelas del juicio".
Otros hallazgos sugieren que cierta dieta cultural es un factor mayor que la genética en el desarrollo del tamaño de las mandíbulas (y, consecuentemente, del espacio disponible para las muelas del jucio).6
Diferentes poblaciones humanas difieren mucho en el porcentaje de población que desarrolla muelas del jucio. La agénesis de las muelas del juicio va de un 0.2% entre los hablantes de bantú hasta casi 100% entre los indígenas mexicanos
Con el menor desgaste de los molares (que ya no suelen caerse prematuramente), sumado a que nuestra especie presenta una notable tendencia evolutiva en cuanto a la reducción de nuestra mandíbula, el espacio en la mandíbula es notablemente inferior para albergar toda la dentición, "por lo que el tercer molar se queda sin espacio de erupción " y suele presentar los típicos problemas de malformación cuando surge la muela de juicio. El 35% de la gente no desarrolla las muelas del juicio, lo que sugiere que podemos estar en una trayectoria evolutiva para perder por completo el “tercer molar”. Umm, me parece que acabaremos como los Titís y Tamarinos...!

Fuente de la información: Wikipedia, NewScientist.