Mucho hemos hablado últimamente acera de una revisión de la cultura rock y su influencia en la sociedad.
A raíz del libro Rock Marketing he ido publicando cuestiones que el libro contiene y otras que van surgiendo con el tiempo a través de reflexiones de lectores.
Negar la relación del progreso social y la evolución de la cultura rock está ya fuera de toda duda, pero créeme si te digo que aún no está todo dicho.
El tema que escribo hoy viene en relación al desarrollo cultural del rock y su paralelismo con el desarrollo de los medios de comunicación.
Por otro lado la inmigración irlandesa daba fiesta y color a los primeros conquistadores con guitarras de origen belga, tampoco española.
La música emergía así desde hasta los años 30 en las calles y pueblos de la joven Norte América. No existían medios de comunicación, entonces la prensa, que se hicieran eco de los primeros sonidos.
No fue hasta la aparición de la radio en los años 40 cuando comienza a extenderse y a popularizarse la escucha de música en la radio, principalmente swing. La guerra no paralizó el ambiente social, si acaso supuso un empuje debido al desarrollo económico provocado por el impulso industrial que generó la guerra mundial.
Pero aún era un reducto para unos pocos, pues no todos podían pagar el moderno aparato y el coste de los discos.
La llegada de los Jukebox de los años 60 llevó la música rock a los locales, popularizando temas entre los grupos juveniles, y la posibilidad de escuchar lo seleccionado y bailar al mismo tiempo.
En los 70 llegan las discotecas, el desarrollo más comercial de la música y orientada a un público más adulto. Había que conquistar nuevos segmentos de público para dar espacio al impulso industrial.
Los 80, llegada del bienestar, el progreso económico, el auge de las clases medias y la cultura del consumo trajo una eclosión multicolor de la música, apoyada esta vez en la estética.
Las moda, la diferenciación y la identidad de grupo o tribu, entraba de lleno en el pop y el rock para convertirse, ahora sí, en un producto de consumo natural.
Un nuevo factor expansivo fue el provocado por la aparición del cd en los años 90, de forma que aparecía la recompra. Los antiguos vinilos se iban al trastero mientras volvíamos a comprar de nuevo la música de siempre.
Pero este factor de crecimiento se vio a los pocos años tocado. La llegada del Mp3 y la posibilidad de copiar, almacenar y escuchar musica desde los ordenadores o los pequeños reproductores acechaban la necesidad de compra, aspecto rematado con la aparición de Naspter y después Emule. Y la historia ya la conocemos.
Curiosamente la era de mayor consumo musical es la de mayor caída de ingresos. Algo se le ha ido de la mano a la industria musical (no a los artistas). Hablaremos más delante de todo esto.